Esos grandes detalles: 92 relatos escritos durante la pandemia
13 Distintos tiempos se superponen como ruedecillas de un mecanismo regulado por el instinto de sobrevivencia. El tiempo de los que están afuera, agitados, moviendo provisiones, pizzas, camillas, balones de oxígeno, sin escuchar noticias sobre sí mismos e ignorando el minuto en que entrarán al cuadro estadístico de la pandemia. Y el tiempo de acá adentro empujado por acciones contenidas y rituales como clorar, picar cáscaras, sacar brotes de lenteja, retirar residuos de normalidad y no agregar razones a la agitación de los de afuera. También a ratos, el tiempo de las nubes, la tierra reseca y los subsuelos marinos que serán empleados para guardar petróleo. Extraña verse tan seguido en pantallas cuando uno no llegó a adoptar la práctica de la selfie . Entrar en contacto con alguien que es yo en una vida pasada. No en otra vida, sino en esta misma, años antes. Verse diciendo cosas por el zoom, que suenan como si una armadura cayera chirriando desde el vigésimo piso del costanera center. Experimentar la inactualidad escuchando cómo precipita una palabra propia, mientras se mira por primera vez la cara extremadamente familiar de otro que ha quedado en pausa con una mano hacia adelante. Sentir que el tiempo real ocurre con tres o cuatro segundos de diferencia. Euforia de bajo grado Ana María Risco N. Historiadora del Arte
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