Esos grandes detalles: 92 relatos escritos durante la pandemia

119 Encierro es abrigo y desamparo. …. La ventana fue para mí siempre el exterior como posibilidad de fuga y apertura a la vida. Algo había afuera para nosotros . Se dice que este tiempo nos permitiría experimentar el silencio desde la ventana, descubrir en la niebla sonora, ahora cada vez un rumor más leve, pedacitos de cosas que se nos habían perdido, antes sólo veces recuperadas merced de la imaginación en alguna lectura evocadora de sonidos y olores. Desde un lugar ahora extraño que fue la vida, cuando las cosas y los cuerpos se tocaban, se olían rozándolas y el ruido blanco de la ciudad era un cluster disonante de capas de voces, chirridos, estridencias, crujidos, rumores mecánicos y humanidad, Gastón Bachelard entre otras cosas nos dice, en “La Poética del Espacio” que, siendo el sujeto de lo que piensa, el ruido de las calles de París en la imaginación se podían transformar en un océano (…) ya tarde en la noche, cuando los automóviles roncan y el paso de los camiones me induce a maldecir mi destino citadino, encuentro paz viviendo en las metáforas de océano. Se sabe que la ciudad es un mar ruidoso (…) en el centro de la noche, el murmullo incesante de las olas y las mareas (…) Mi diván es una barca perdida entre las olas. (…) Duerme a pesar de la tempestad. Duerme en la tempestad. Duerme en tu valor, feliz de ser un hombre asaltado por las olas . Pero este tiempo tampoco es calma. Es también un hormigueo inquietante ¿Qué nos dice este silencio? ¿Se trata de transformarlo en una “imagen sonora amable”? La mirada porta su propia cegue- ra. Ahí, en la ventana donde ya nada se ve más allá de la pandere- ta, el horizonte de tejados de zinc, de la fila de edificios, de la leja- Lo que no se ve - lo que no se escucha Francisco Sanfuentes Artista Visual y Músico

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