Reescrituras y contraescrituras de la escena de avanzada

87 Reescrituras y contraescrituras de la Escena de Avanzada de especificidad entre los diferentes regímenes de prácticas y discursos, había un maximalis- mo totalizante que me resultaba analíticamente sospechoso. El trabajo de Rosenfeld, en cambio, siempre me pareció ejemplar, precisamente por su rigor en el desmontaje de una economía polí- tica de los signos. Lo mismo te diría de Lumpé- rica , de Diamela, que tuvo para mí siempre valor de acontecimiento.Todo esto, dicho sea de paso, demuestra que dentro de la misma Avanzada había enormes diferencias de posturas y de lec- turas, que nunca se trató de un bloque uniforme, de algo que se moviera en una única dirección, sino de una escena heterogénea, con posiciones a veces profundamente divergentes entre sí. FG : ¿Y qué sería entonces, según tú, lo que a esa escena heterogénea le daba una unidad? NR : Dos rasgos que te diría que todos com- partíamos: un trabajo en torno a la relación ar- te-política que escapaba al repertorio ideológico de la representación, a la subordinación mera- mente ilustrativa de lo artístico a lo político, y un materialismo crítico que buscábamos conju- gar, extrañamente, con la pulsión estética de una atracción por los márgenes. Yo pienso hasta el día de hoy que lo descentrado, lo minoritario, lo residual de las figuras del borde que trabajaba la Avanzada le transmitió una intensidad muy fuerte al imaginario artístico de la época. FG : Y al margen de la Avanzada ¿tú te sentías de izquierda? NR : Yo nunca he militado en ningún partido, pero sí, me consideraba (y me considero) una intelectual de izquierda, pese a todas la ambi- güedades que contiene hoy esa palabra. Para mí, y desde la cultura, que es mi campo de inter-