Reescrituras y contraescrituras de la escena de avanzada

41 Reescrituras y contraescrituras de la Escena de Avanzada como un “acontecimiento del que no se retorna” (ni siquiera a través de las reescrituras críticas de su memoria) amarra el Golpe a la imagen fija de un presente continuo. En lugar de captar el golpe en la narratividad histórica de las es- crituras compuestas y heterogéneas que siguen desinscribiendo y reinscribiendo sus signos al- ternando narrativas, la tesis del “no retorno” ins- tala el presente interminable del Golpe como un acontecimiento trascendental que, abstraído de sus contextos móviles de resignificación, no cesa de ocurrir idéntico a sí mismo en la tesis del “ya nada será posible”. La abstracción trascendental del Golpe que maximiza el texto de W.Thayer lo convierte en un objeto sublime (un objeto cuyo absoluto lo torna irrepresentable) y, como tal, en un objeto “incompatible con el tiempo” 9 , es decir, con la articulación del tiempo histórico como sucesión y conexión de flujos y secuencias que narran sus procesos mediante idas y vueltas de las palabras y de las imágenes que se mueven hacia atrás y hacia adelante. Lo irrepresentable del Golpe en la concepción de W.Thayer lo sitúa más allá de todo relato de la memoria, más allá de toda desinscripción-reinscripción de la huella que, una vez consignada, es reelaborada por cuerpos y obras: por cuerpos de obras. No hay absolu- to que valga en materia de no-representación: “es necesario, por cierto, inscribir, en palabras, en imágenes. Imposible escapar a la necesidad sobre la que se inscribe. Es esta superficie que lo determina, ofre- ciéndola a la reproducción... Teniendo que ser repetido para ser comunicado, no es cogido y producido, inscrito, más que en razón de lo que podría parecer venir después: la repetición”. Jean Louis Déotte, Catástrofe y olvido; las ruinas , Europa, el Museo. Santiago, Cuarto Propio, 1998, p. 183. 9 Jean François Lyotard, “Los judíos”, Revista Confines N°1, Paidós, Buenos Aires 1995, p. 42. “A la idea de que el Golpe de Es- tado habría consumado la repre- sentación moderna se la puede matizar, en definitiva, mostrando … el relativo grado de autonomía que la transformación de los sis- temas de producción, exhibición y percepción de obra mantuvieron respecto de éste, alcanzando la es- cena plástica bajo Dictadura, para- dójicamente tal vez, una potencia inusitada que jamás le habíamos conocido… No estoy sugiriendo que este indi- cio, el del Golpe de Estado de 1973, no guíe hacia la gran pesadilla de nuestra historia más reciente, una que, revelando la catástrofe, la ex- tendió ya diseminada por todos los puntos del tiempo, concentrando con todo derecho la atención de los ensayos, teorías y discursos que ahora exploran el pasado re- ciente; lo que sugiero es que ese pasado admite infinitas lecturas e implica una superposición de ca- pas de sentido que las referencias al 73´ como único hito empobrecen y redondean, corriendo el riesgo de caer en una nueva serie o de po- ner el “ayer” en una única línea de tendencia”. Federico Galende, Filtraciones. Conver- saciones sobre el arte en Chile (1960- 2000) . Santiago, Alquimia Ediciones, 2019, pp. 10-12.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=