Reescrituras y contraescrituras de la escena de avanzada
27 Reescrituras y contraescrituras de la Escena de Avanzada obras, ejerció sobre la Avanzada un nuevo tipo de censura al hacer valer su demanda socio-po- lítica de “contenidos” que no se dejaran opacar por la problemática discursiva de las “formas”. Esta demanda de referencialidad directa for- mulada por el circuito de arte metropolitano quiso borrar precisamente aquella dimensión de las obras que les resultaba lingüísticamen- te constitutiva: la del juego y la torsión con los signos que estas obras habían ideado no sólo como recurso de sobrevivencia contra la censu- ra y la represión del autoritarismo militar sino, además, y más complejamente, como una tác- tica experimental de resistencia crítica que se oponía a toda hegemonía del Significado. En efecto, la oblicuidad metafórica de las obras de la Avanzada también sirvió para frustrar un cierto reduccionismo ideológico de la cultura militante que quería traducir-reducir el arte a un simple realismo social de la contingencia, haciendo calzar temáticamente las obras con los significados predeterminados del repertorio de la izquierda tradicional. Las obras de la Avanzada vivieron do- blemente el riesgo y la incomodidad: el ries- go de ser capturadas por el aparato represivo de significación oficial del autoritarismo y, a la vez, la incomodidad de tener que resistir- se a las directrices ideológicas de la cultura partidaria que le exigía al arte subordinarse ilustrativamente al temario de la recuperación democrática. Son obras que combatieron los dos operativos de totalización del sentido que se realizaban bajo marcas políticamente con- trarias (las del poder oficial, las de la izquierda ortodoxa), realzando para ello el valor de equi- vocidad y de multivocidad del significante es- tético que desvía lo linealmente programado hacia zonas de dispersión y errancias.
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