Reescrituras y contraescrituras de la escena de avanzada

235 Reescrituras y contraescrituras de la Escena de Avanzada tan un texto mío de 1980 sobre el CADA re- prochándole no “intentar establecer un vínculo entre el CADA y un movimiento más amplio de contestación antidictatorial”; no inscribir las acciones del CADA “en términos de la inaugu- ración de un nuevo movimiento social volcado progresivamente hacia el futuro democrático” 26 . Tienen toda la razón en que mi texto no hizo lo que esperarían de él quienes reivindican al CADA como enlace integrador entre arte, re- sistencia cultural y movimiento social según una línea orgánica de continuidad y proyección entre la motivación transformadora del trabajo artístico y su directa repercusión comunitaria. Yo tenía mis dudas (y las sigo teniendo) frente a esta confianza vanguardista en la validez del arte como fuerza concientizadora y motor de una liberación colectiva susceptible de transfor- mar las condiciones materiales de existencia, tal como lo sueñan ciertos enunciados del CADA que postulan “la creación colectiva de una nue- va realidad como (único y verdadero) trabajo de arte”. Son muchas las ramificaciones y bifurca- ciones de líneas suspensivas que separan la aspi- ración a la integralidad del Todo (estética, comu- nidad y revolución) de la suma discontinua de sus partes , unas partes que no avanzan todas en la misma dirección siguiendo el mismo ritmo, ni están orientadas a cumplir la misma finalidad. El arte me resulta interesante cuando interviene esta suma discontinua de las partes, ensayando cortes y rupturas que trabajan en el límite y sobre los límites entre experiencia, códigos y represen- tación para operar desciframientos y relecturas de la materialidad del sentido. Confío menos en la capacidad del arte para abrir las puertas de la revolución social y política que en su habilidad –más difusa – para trastocar las relaciones entre 26 Archivo CADA. Astucia práctica y potencias de lo común . pp. 80-81.

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