Reescrituras y contraescrituras de la escena de avanzada
214 escena pero no del haber operado tal recorte, ya que concibo a la crítica como un ejercicio loca- lizado, situacional y posicional, que interviene en un determinado campo de fuerzas desde una política de los espacios. En contra del pluralis- mo laxo de la cultura de la diversidad y del con- senso, y también en contra de la presunta neu- tralidad investigativa del artículo universitario, me parece deseable que la crítica no renuncie a su vocación polemista. Esto pasa por hacer valer inclinaciones y preferencias, alertando a la vez sobre los conflictos y antagonismos que separan las diferentes opciones que promueve la “oferta cultural” para no caer en la trampa del mercado neoliberal que hace como si todo fuese concilia- ble con todo en una suma cómoda e inofensiva. DP : Con respecto a los textos producidos des- de el Concurso de Ensayos del CEDOC –que mencionaste con anterioridad–, me parece im- portante referirse a su condición disciplinar y el modo en que han encarado la misión de “asediar” a la Avanzada en tanto que discurso. Su línea editorial ha sido bastante clara, en la medida que busca potenciar investigaciones que partan de “ fuentes primarias ” y que exploren y cuestionen “ desde la recepción de textos y obras, las categorías y conceptos que se han reconocido y deter- minado en el ámbito de la crítica cultural ” (García. P. 9), es decir, que desafíen un supuesto canon impuesto desde la heterodoxia de la “crítica cultural” y no la disciplina historiográfica. Esta cuestión supone una serie de juicios y prejuicios que vale la pena consignar para comprender de mejor modo, cómo es que se articula institucio- nalmente una de las tantas contraescrituras de la Avanzada. En las introducciones de los distintos to- mos de esta iniciativa hay un marcado interés Conversación entre Diego Parra y Nelly Richard, 2019
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