Reescrituras y contraescrituras de la escena de avanzada

206 volver a vincularte con la historia de la Avan- zada. Esta pregunta tiene en cuenta que luego de Filtraciones se intensifica el interés por los archivos del periodo, activándose así una espe- cie de ambición por conocer el modo exacto en que “las cosas ocurrieron” (un afán inconfesa- blemente historicista quizá, de parte de algunos investigadores), dejándose de lado la reflexión sobre las operaciones discursivas y materiales que dieron pie a que algo así como la Avanzada ocurriese en la teoría y práctica artísticas. NR : Conocí a Federico Galende en los noventa en la Universidad ARCIS y nos unía, por así decirlo, una misma defensa del ensayo como “género menor” en contra del predominio uni- versitario de las hablas sociologizadas y su pro- ductivismo del conocimiento. Al mismo tiempo nos separaba el hecho de que Federico nunca pudo comprender bien por qué la Escena de Avanzada (obras y textos) tenía la importancia en Chile que le otorgaba el ambiente teóri- co-intelectual que nos rodeaba. Esta percepción suya se fue matizando de a poco. Por un lado, tuvo que rendirse a la evidencia que sus colegas filósofos (W. Thayer, P. Oyarzún, S. Rojas, R. Zúñiga, M. Valderrama, etc.), ¡a los que siempre les otorgó más crédito que a mí!, tomaban en serio (aunque fuese para discrepar de ella) a la Escena de Avanzada como un nudo de pregun- tas sobre imagen, representación, historia, acon- tecimiento, memoria, archivo y visualidad. Al mismo tiempo, desde ARCIS, Galende com- partía redes de socialidad y amistad con gente de las artes visuales (F. Brugnoli, G.Machuca, P. Hamilton. P. Langlois y otros) en cuyas conver- saciones aparecía una y otra vez el recuerdo de la Avanzada. Todo esto confluyó en que Federico quisiera saber más de esta escena para despejar algo que seguía flotando para él como incógni- Conversación entre Diego Parra y Nelly Richard, 2019 “Desde distintos lugares (las cien- cias sociales, los sectores insti- tucionales de la cultura, sectores ideologizados, etc.), se ha dicho que la Escena de Avanzada es hermética y poco generosa con el lector. Frente a ello cabe señalar que la Escena de Avanzada ha pos- tulado más de una vez la inexisten- cia de la lectura natural inocente, proponiendo todo acto de lectura como una opción, un conjunto de condiciones creadas, una aventu- ra analítica y una rearticulación de pensamiento. La escena, en- tonces, no plantea inocentemente el escenario porque no busca un espectador inocente. … Un des- plazamiento y un desciframiento activo son dos operaciones propias de la anamorfosis (destrucción de la perspectiva central), aunque también de la situación psicoanalí- tica que rastrea la figura del deseo perdida en el discurso. Doble movi- miento que las obras de la Escena de Avanzada, cual más cual menos, invocan. Preparan las condiciones para que el espectador entre en crisis como lector y como sujeto de un discurso perspectivista … que cae en lo inlegible, en la confusión, en el límite borroso y caótico“. Gonzalo Muñoz, Catálogo de Cirugía Plástica, Berlín , NGBK, Berlín, 1987, p. 27.

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