Reescrituras y contraescrituras de la escena de avanzada

189 Reescrituras y contraescrituras de la Escena de Avanzada bajo la seña “Escena de Avanzada” reelaboraron críticamente sus adversas condiciones de exis- tencia social a través de formas y conceptos cuya complejidad teórica, política y estética era nece- saria de ser recordada para de-simplificar la na- rrativa del pasado de la dictadura esquematiza- da por el oficialismo de la transición. La Escena de Avanzada (no pensada como agrupación de figuras individuales sino como nudo problemáti- co ) fue eludida sistemáticamente por las recom- posiciones de escena que el libreto de la memo- ria de la Transición fue trazando en el campo de la historia, la cultura o la sociología. Es cierto que la Escena de Avanzada se fue legitimando en la academia y los museos internacionales pero la verdad es que, localmente, su recuerdo sigue generando más bien rechazo o incom- prensión en el establishment universitario y en las redes de discurso cultural que intervienen en la esfera pública. Quizás haya reaccionado con exageración al texto de Willy (quizás lo haya in- terpretado unilateralmente, con una disposición poco dialógica) pero prevaleció en mí la sensa- ción de que, a treinta años del golpe, la vehe- mencia del texto resultaba nefasta en su afán de disolver inexorablemente el coeficiente crítico de la Avanzada bajo la tesis (por muy sofisticada que fuese su argumentación conceptual) de que la instauración de la dictadura habría subsumi- do definitivamente en su “voluntad de novum ” cualquier ruptura estética posible como aquella pretendida por la Avanzada. Para mí aquel de- creto firmado por W.Thayer, de anulación de lo que se había jugado inauguralmente en el arte crítico de los ochenta, terminaba haciéndose cómplice del presente liviano de la transición que buscaba precisamente confinar a la Avanza- da en el lugar de un pasado artístico definitiva- mente clausurado, ya desprovisto de toda fuerza de interpelación. En lugar de condenar a la in-