Reescrituras y contraescrituras de la escena de avanzada

186 pasado artístico que parecería excitar su fantasía por tratarse, quizás, de un tiempo que contiene mayor vigor y potencia que el presente que los circunde. Es incesante el pedido que nos diri- gen estos investigadores de tener que recordarlo todo, de estar permanentemente en “estado de memoria”como si se tratara de algo que nuestras biografías culturales le deben a la historiografía local para ayudarla a mejorar sus competencias académicas, convirtiendo de paso al testimonio subjetivo en prueba objetiva, a la fragilidad de la huella en verificación de conocimiento. El Cen- tro de Documentación de las Artes Visuales (CEDOC) le ha dedicado varios volúmenes de sus “Ensayos sobre artes visuales” a las “prácticas y discursos de los años 70 y 80 en Chile”. El verme concernida pero, sobre todo, confrontada como autora de Márgenes e Instituciones en va- rios de estos textos recientes, ha incidido tal vez en la decisión de publicar hoy este libro sobre “las reescrituras y contraescrituras de la Escena de Avanzada”. Parto del principio que el circuito de recepción y lectura de cualquier texto excede, por definición, lo consignado por su autor/a en la matriz de origen y, en este sentido, no es sólo legítimo sino públicamente beneficioso que va- rias de las relecturas de Márgenes e Institucio- nes se propongan debatir y rebatir sus marcas, contradecir sus hipótesis, acusar sus defectos y corregir sus fallas. Trato de revisarlo todo con una cierta atención pero, como lectora crítica, me reservo el derecho de opinar sobre cuáles de estas reinterpretaciones son las que me resultan más productivas e inspiradoras para detectar los errores y reparar en las omisiones de lo que es- cribí hace más de treinta años… DP : En esta última respuesta sacas a colación tu polémica con Willy Thayer, quien escribe un Conversación entre Diego Parra y Nelly Richard, 2019

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