Reescrituras y contraescrituras de la escena de avanzada

185 Reescrituras y contraescrituras de la Escena de Avanzada ción de la vanguardia”, publicado para los 30 años del golpe militar, el que me hizo sentir la necesidad de volver a armar, a modo de répli- ca, una narración crítica de cómo la Escena de Avanzada había movilizado un debate (según yo, aún vigente) sobre arte y política en Chile. Si Willy no me hubiese importado como inter- locutor (y me sigue importando), quizás no le habría dedicado tanta atención a esa crítica suya cuyo tono consideré abusivo en su momento. El propio texto de Willy marcó una serie de in- tervenciones posteriores (Sergio Rojas, Rodrigo Zúñiga, Federico Galende, Miguel Valderrama, etc.) que, desde la filosofía y la estética, reo- rientaron el debate hacia cuestiones relativas a modernización , vanguardia y acontecimiento que abrieron un nuevo marco de discusión teóri- co-filosófico en torno a la Escena de Avanza- da. Entre medio aparecieron los tres tomos de Filtraciones (2007-2011), editados por Federico Galende, con sus más de cincuenta entrevistas que persiguen las huellas del fantasma de la Avanzada en diversas biografías artísticas y cul- turales. ¡Resultaba algo difícil sustraerse a tantas evocaciones de la Escena de Avanzada que me implican directamente como autora de Márge- nes e Instituciones sin darme por aludida! Son varios los nuevos factores que nos de- vuelven hoy hacia el pasado artístico de los ochenta. Por un lado, está el furor de los archi- vos que se desató entre museos y coleccionis- tas: un furor que hace que todo se haya vuelto cuestión de registros e inventarios para la aca- demia, los museos y el mercado que registran cada vestigio documental de arte político para convertirlo en pieza de colección y transacción. Además se ha expandido una red profesional de investigadores que compiten entre sí para con- vertir en hallazgo cualquier pista o rastro de un

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