Reescrituras y contraescrituras de la escena de avanzada

183 Reescrituras y contraescrituras de la Escena de Avanzada sión de Márgenes e Instituciones en las Escuelas de Arte pasó por intermediaciones, cadenas de transferencia y de contra-transferencia que me son ajenas. No sé bien cuándo el referente “Es- cena de Avanzada” comenzó a insertarse en la academia local ni bajo cuáles condiciones de lectura. Tengo la impresión, en todo caso, que junto con las buenas disposiciones de algunos profesores, fueron también varios los obstácu- los que se presentaron en el camino y que no se puede hablar de la “canonización” de Márgenes e Instituciones como de un destino irrefutable- mente consagratorio. Creo que el itinerario de consolidación del referente “Escena de Avanza- da” es dispar y que es curioso anotar, por ejem- plo, que la recepción de la Escena de Avanzada en la Universidad de Chile ha generado siempre –hasta hoy– mayor simpatía (¡o menor antipa- tía¡) que en la Universidad Católica, y quizás sea interesante averiguar por qué… No siento haber sido parte voluntaria de la construcción de aquel “momento de consolida- ción institucional de la Escena de Avanzada”. Durante la transición, me dediqué principal- mente a la Revista de Crítica Cultural y a los Se- minarios de Crítica Cultural en la Universidad de Arte y Ciencias Sociales ARCIS. Nunca me vi tentada, por ejemplo, de reinscribir a la Esce- na de Avanzada en el mundo del arte tomando la iniciativa de alguna curatoría que documenta- ra el conjunto de sus propuestas artísticas. Pese a no haber sentido personalmente el empuje de esta motivación, no deja de sorprenderme, eso sí, que ningún aparato museográfico nacional se haya interesado en reunir y exhibir las obras de la Avanzada, sobre todo tomando en cuenta analizábamos no a la Escena de Avanzada sino textos de Walter Benjamin, Susan Sontag, Pierre Bourdieu, Roland. Barthes, etc.

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