Reescrituras y contraescrituras de la escena de avanzada

175 Reescrituras y contraescrituras de la Escena de Avanzada quizás las prácticas de la Avanzada, al haber in- ternalizado en sus obras la cuestión del regis- tro como resorte político-estético de una pro- blemática de la memoria que se sabe diferida y siempre en proceso de realización (una memoria no del tiempo simple sino del tiempo compuesto ), ofrecen mayor capacidad de resistencia analítica a la ocupación primaria del archivo como fuente documentada que entra a satisfacer la gráfica de la movilización social. Los archivos de la Avanzada trabajaron la memoria a través del registro como signo de una temporalidad estratificada, dividida inter- namente entre el acontecimiento que ya fue (la intervención transitoria de la ciudad que deja sus huellas grabadas como memoria latente) y lo que está por venir (la multiplicación-disemi- nación de la imagen mediante tecnologías video de reactivación de estas huellas). La Avanzada le dio forma a una temporalidad insatisfecha, anhelante de un futuro que renovara los senti- dos depositados en las trazas de lo que estaba en trance de desaparecer, para darle curso a una memoria no literal sino transfiguradora de su propio pasado artístico, tal como ocurre ejem- plarmente el trabajo “No, no fui feliz” (1979- 2015) de Lotty Rosenfeld. Reinscribir los archi- vos de la Avanzada ( en su condición meta-crítica de archivos de archivos ) en la actual cultura de museos, sirve para aprender de una memoria artística y política que, desde siempre, se supo desdoblada entre la pérdida y la recuperación frágil e incierta de los restos.

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