Reescrituras y contraescrituras de la escena de avanzada

174 Archivos de arte chileno, memoria y resistencia crítica, 2007 rial de Poner el cuerpo tiende a yuxtaponer ma- teriales disímiles en sus modos de concebir los tránsitos entre el adentro del arte y el afuera de la política que se mezclan en la exposición, sin que se diferencie la especificidad de sus respectivas demarcaciones de contextos, horizontes de sen- tido, anhelos de transformación y mecánicas de producción-recepción. Tratándose de una ex- posición en la que coexisten figuras vinculadas a la Avanzada (por ejemplo, el CADA) con la de los colectivos artísticos y las agrupaciones culturales, una de las preguntas a formular (to- mando en cuenta la problemática historia-me- moria-archivos que aquí nos convoca) sería la siguiente: ¿es lo mismo hablar de la eficacia gráfica de los “llamamientos” de las coordina- doras socioculturales realizados en vivo y en directo (según una modalidad de convocatoria que se rige por el tiempo simple de la acción) que referirse a cómo el arte de la Avanzada se ex- puso a sí mismo como registro según una otra modalidad del desfase cuyas tecnologías apelan a un tiempo compuesto ? Las curadoras de Poner el cuerpo se muestran conscientes de los peligros de fetichización ins- titucional que aquejan no sólo a la Avanzada sino a cualquier nuevo material que ingrese a una colección muesográfica (incluyendo los ma- teriales que documentan los frentes culturales y sus activismos), preguntándose cómo manejar- se frente a “los riesgos de museificación de la memoria de los movimientos sociales” 29 . Los dilemas suscitados por la creciente asimilación museística de todo tipo de archivos precarios me hacen pensar (es sólo una conjetura) que car la representación” y sus supuestos de organicidad de una na- rración ya configurada (incluso cuando dicha configuración viene dada por el relato de una cultura de la resistencia). 29 Javiera Manzi en su Entrevista en la revista Artishock.

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