Reescrituras y contraescrituras de la escena de avanzada

166 Archivos de arte chileno, memoria y resistencia crítica, 2007 lismo del género “escultura”, al infiltrase dentro de la exposición de Módulos y Formas mezclan- do la performance y la fotografía en un montaje escultorizado. La segunda transgresión ejercida por la obra consistió en desnaturalizar el moti- vo temático de la exposición (el seno como ex- presión anatómica y biológica de la feminidad materna), refaccionando un cuerpo masculino con los parches y vestimentas de una parodia travesti que ironizaba con el naturalismo se- xual y su binarismo de género. Si bien esta se- gunda torsión de género está recogida en las tres imágenes a tamaño natural de C. Leppe exhibidas en los muros del Museo Reina Sofía, la primera transgresión escénica realizada por la obra quedó anulada al suprimirse el objeto “perchero” y omitirse la documentación de su primer contexto de referencia. Por así decir- lo, sólo queda en pie –en el muro del Museo Reina Sofía– una de las dos transgresiones de género(s) que realizó “El Perchero” como una obra que, en 1975 en Chile, se burlaba tanto del arte de la escultura como de la temática del desnudo femenino convocada por el título de la exposición “Senografía”. La construcción objetual de la obra de C. Leppe era la de un mueble-perchero del que colgaba tres fotografías de un cuerpo travesti partido en dos . La escenografía de la obra llevó el cuerpo de C. Leppe a mostrase no como un cuerpo recto (no como el cuerpo erguido –glo- rioso o triunfante– que se alza en las paredes del Museo Reina Sofía) sino, al revés, como un cuerpo doblado y colgado de los ganchos de una percha. Ese cuerpo doblegado y quebrado de C. Leppe evocaba metafóricamente, para cualquier espectador chileno alerta a la potencia simboli- zadora de la obra bajo condiciones de censura, la violencia de los aprietes que sufrían los demás

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