Reescrituras y contraescrituras de la escena de avanzada
123 Reescrituras y contraescrituras de la Escena de Avanzada dernismos historiográficos 16 aporta matices que refinan uno de los argumentos principales de esta discusión que, sostenido desde su origen con el texto fundante de Pablo Oyarzún, no había sido revisitado críticamente: ¿es posible asimilar el corte neovanguardista de la Avan- zada a una ideología de la vanguardia basada en la historia del modernismo internacional sin sacrificar la excepcionalidad de su gesto que, a falta de enmarcación histórica, hizo del marco mismo (entrar/salir de las técnicas, los soportes, los géneros, las obras y sus institucio- nes) su espacio de teorización artística y expe- rimentación formal del trauma de la ruptura, el quiebre y la desaparición? Los tres libros de entrevistas de Galende constituyen un valioso aporte testimonial sobre arte y política en Chile que muestra efectiva- mente los signos de rechazo y atracción que el nombre de la Avanzada todavía genera, pese a su lejanía en el tiempo y la cantidad de ecos y reverberaciones transmitidos desde su origen. En su presentación de la reedición de Márgenes e Instituciones en el Museo Nacional de Bellas Artes (2007), Carlos Pérez Villalobos dice que el libro “fomentó un conjunto heterogéneo de trabajos de arte que quedaron, de ahí en ade- lante, tramados según una determinada lectura y formando parte de una misma escena”. Creo que la ambivalencia de razones y pasiones que agitan y dividen las referencias cruzadas a la Avanzada tiene que ver con esto mismo que se- ñala Pérez Villalobos. Por un lado, “la impron- ta del significante Avanzada brindaba –aún en aquellos que se mantenían a distancia polémi- ca de él– la ilusión de un referente común o de 16 Miguel Valderrama, Modernismos historiográficos. Artes visuales, postdictadura, vanguardias , Santiago de Chile, Palinodia, 2008.
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