Reescrituras y contraescrituras de la escena de avanzada

118 nihilista del neoliberalismo, no para superarlo en un gesto que lo confirmaría (lo abastecería), sino para interrumpirlo mediante su debilita- miento” 14 . Confieso que lo que no me queda del todo claro en el argumento de Sergio Villalobos que refuerza la posición de Willy, es “cómo pen- sar dicha interrupción anasémica, esto es, dicha resistencia a la operación discursiva propia de toda disputa hegemónica” 15 si, en el caso de las hipótesis de contra-lectura de la Avanzada, la “interrupción anasémica” de la que se habla es una tesis que circula, junto a las demás tesis, en el mercado discursivo de los textos sobre arte en Chile y que, por debilitante que se quiera en su declinación nihilista, dicha tesis se agrega como otra capa interpretativa más a lo ya sedimentado en torno a arte y política, “abasteciendo” así el corpus de proposiciones y contraproposiciones que, involuntariamente o no, contribuye a la “fe- tichización historiográfica” de la misma Avan- zada. ¿Qué tendría de especialmente “neutro” una tesis que declara su interés –por lo demás, completamente saludable– en descanonizar a la Avanzada y que, por lo mismo, responde al igual que las demás tesis en circulación, a las “demandas de nuevas lecturas de signos” que animan el campo de debate artístico-cultural? ¿Qué tendría de distinto el comportamiento de esta tesis (que busca desplazar las acentuacio- nes problemáticas de la Avanzada moviéndolas desde un lado a otro del arco de la crítica) a “una operación discursiva propia de toda disputa he- gemónica” que, como tal, lucha activamente por ocupar un lugar de figuración teórica en el cam- po de reconocimiento de lo que se debate sobre arte y política en Chile para incidir desde este lugar sobre las líneas de fuerza de dicho campo? 14 Ibíd.., p. 43. 15 Ibíd.., p. 35. Arte, crítica y política. 2013

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