Reescrituras y contraescrituras de la escena de avanzada
105 Reescrituras y contraescrituras de la Escena de Avanzada se desvanece la ilusión de la eficacia pedagógica de aquel arte que buscaba influir directamente en la conciencia del espectador. La fuerza de emancipación que puede hoy desplegar el arte crítico-experimental sería aquella surgida de las fracturas de la representación en tanto dichas fracturas son las únicas capaces de romper con la pasividad de la transmisión del sentido; de in- terrumpir la cadena lineal que va desde la pro- ducción de la obra (causa) hacia la recepción del espectador (efecto) en una dirección pretrazada, para abrir así la posibilidad creativa de que los saltos de narración-traducción que interrumpen y desvían esa cadena favorezcan la emergencia de potencialidades enunciativas que no estaban previstas en el recorrido inicial entre origen (in- tención) y destino (cumplimiento). Estos saltos de narración-traducción en la comprensión de lo artístico hacen que cada espectador actúe los significados de la obra según la inventiva de una lectura autónoma, “emancipadora” en tanto no subordinada a una lógica previamente unificada de inteligibilidad del mensaje. Miguel Valderrama : Para muchos críticos el arte es una especie de observatorio privilegia- do de la cultura, una herramienta estenográfica ideal al momento de leer las rupturas y trans- formaciones de la sociedad. De igual manera, de Hegel a Lyotard, de Warburg a Didi-Hu- berman, filósofos e historiadores han visto en el arte la realización del “espíritu” en la historia. Sin embargo, hace ya algún tiempo que el arte ha dejado de poseer este peso simbólico. Hoy en día el arte parece despojado no sólo de su papel de guía para la historia, sino también de gran parte de lo que respecta a su propia historicidad: es decir, del marco de elaboración necesario a la resolución de problemas propios, histórica- mente dados. En palabras de Hal Foster, “el arte
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