Reescrituras y contraescrituras de la escena de avanzada

103 Reescrituras y contraescrituras de la Escena de Avanzada El arte de los sesenta en Chile se definió como un “arte del compromiso” en tanto promovía la adhesión a un ideal de liberación social y eman- cipación política que funcionaba como prome- sa o sueño utópico del cambio revolucionario. En los ochenta, bajo dictadura, el “arte de re- sistencia” de la Avanzada ocupó una posición contrahegemónica en el campo de las luchas y antagonismos de poder, expresando su rechazo a ese poder desde el interior de las estructuras represivas y los marcos de censura del sistema dictatorial. Mientras que el arte revolucionario busca educar a las masas para la acción expre- sando una voluntad de mayorías, el arte críti- co-experimental, al desmontar las máquinas de producción de la obra y los códigos de recep- ción socio-estéticos heredados de la tradición, sabe que su público no puede refugiarse en un conjunto estable de intereses y valores cultural- mente homogéneos porque las rupturas de len- guajes de sus estéticas del shock generan inevita- bles trastocamientos de percepción y conciencia en los universos mentales de sus destinatarios. Ranciére insiste en que no hay ninguna rela- ción fija –calculable, predecible– entre las “mi- cropolíticas” de la obra (experimentación) y la “macropolítica” de los colectivos sociales (repre- sentación) que el arte comprometido llamaba, en la época del sueño revolucionario, a alinearse tras un programa universal de cambio y trans- formación histórica. Ya que “no hay transmisión calculable entre conmoción artística, toma de conciencia intelectual y movilización política” 7 , lo posible, con el objetivo de instaurar un orden menos desigual y opresivo, ya sea a nivel macro o en las regiones locales de una microfísica del poder. Dicha práctica no describe un acto único y glorioso, sino un performativo que enuncia el presente como tiempo de nuestro devenir otro”. Véase, Benjamín Arditi, La polí- tica en los bordes del liberalismo , Barcelona, Gedisa, 2009, p. 176. 7 Jacques Rancière, El espectador emancipado , Buenos Aires, Manan- tial, 2010, p. 69.

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