Cuerpos de la memoria: sobre los monumentos a Schneider y Allende
90 esquina suroriente donde se encontraba un obelisco ornamental que al mismo tiempo cumplía las funciones de ducto de ventilación del estacionamiento subterráneo de Palacio. Esta decisión obligó a un esfuerzo técnico que permitió destrabar las discusiones sobre la ubicación de la escultura al ingeniarse un sistema que diseñó el pedestal del monumento de tal forma que cumpliera esa impostergable función a través de las placas conmemorativas, las que se hallan desplazadas levemente para permitir la evacuación de gases desde el interior conectado con el subterráneo de la plaza 19 . En lo que dice relación a las bases técnicas, éstas proponían que el monumento “podrá tener algún grado de abstracción, siendo recomendable y deseable que el rostro del Presidente Allende se absolutamente reconocible. Su materialidad será bronce”, y que “el monumento deberá tener una altura y proporción que armonice con las esculturas existentes del Ministro Portales y del Presidente Jorge Alessandri R., y con las fachadas arquitectónicas de fondo, correspondientes a los edificios circundantes” 20 . Esto propone la continuidad estética del monumento trazada por el contexto y la relación con las esculturas que la antecedieron, y por lo mismo rubrica la distancia artística entre los monumentos que nos hallamos estudiando, Allende y Schneider, poniendo en evidencia la diferencia entre las voluntades movilizadoras de los mismos. Mientras el contenido utópico del Monumento a Schneider se verifica tanto estilística como territorialmente –en una proposición que tensó inclusive el lenguaje escultórico producido hasta ese momento en Chile– el Monumento a Allende es claramente fruto de una voluntad de acuerdo político, muy en consonancia con el carácter de la época en que fue erigido: un monumento en bronce ejecutado por el escultor Arturo Hevia (también autor del Monumento al Presidente Frei Montalva), quien sin tener una filiación política cercana al homenajeado realizó una obra que puede ser fácilmente incluida en la tradición monumental y que acogió las sensibilidades del círculo más cercano al Presidente socialista. 19 “Isabel (Allende) dijo que quería colocarlo frente a Morandé 80. Yo le dije ¿cómo vas a colocarlo ahí? ¡Va a parecer castigado, va a estar contra el muro, no hay espacio! Yo sugerí Moneda con Morandé. No se podía, porque era una ventilación del subterráneo. Y yo le dije ‘yo te meto la ventilación adentro”. Testimonio de Arturo Hevia, publicado por Diego Escobedo en “Arturo Hevia, el escultor detrás de los monumentos a Allende y Merino”. El Mostrador, 9 de diciembre de 2018. 20 “Bases generales. Concurso de Anteproyecto para erigir en Santiago un monumento en memoria del ex Presidente de la República, don Salvador Allende Gossens”, p. 9. Luis Montes Rojas
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=