Cuerpos de la memoria: sobre los monumentos a Schneider y Allende

81 En ese mismo sentido, la decisión sobre el emplazamiento definitivo de la escultura sería una cuestión crucial, tanto por la implicancia en el sentido que adquiriría la obra en el momento de ser proyectada como en las atribuciones posteriores sobre el asunto. Como sabemos por las notas de prensa, las bases de concurso y las actas de jura, el Monumento al General Schneider se proyectó inicialmente en el Cerro Navidad, un pequeño peñón ubicado en Avenida Manquehue cercano a la Escuela Militar. Se había alcanzado un acuerdo político entre Municipalidad, Ejército y parlamentarios para que, junto con la construcción del Monumento se erigiera un parque de homenaje para las glorias militares, la que llevaría el nombre de Parque Glorias del Ejército de Chile . “El cerro Navidad, que cubre una extensión de casi tres manzanas, será convertido en un paseo comunal colmado de recuerdos históricos y piezas militares, juegos infantiles y estanques de agua” 5 . Raúl Schneider, hijo del General, recordaba que “efectivamente a mi papá le gustaba pasear en este jardín junto a mi hermano menor cuando era niño. Yo los acompañé algunas veces” 6 , dando a entender que algo de la decisión de situar originalmente el monumento en el Cerro Navidad tuvo relación con el vínculo afectivo que su padre había establecido previamente con el lugar. Sin embargo, la decisión final para la ubicación del proyecto de Ortúzar fue erigirlo en la intersección de las avenidas Vespucio y Kennedy. Se puede colegir que es una decisión eminentemente simbólica, en tanto contribuye a una lectura territorial de la obra al permitir vincular su significado autónomo, en tanto obra de arte , ahora en articulación con la ciudad concebida como trama de sentidos: la circunvalación Américo Vespucio como un camino de cintura que establece un intra / extraradio respecto del centro histórico, mientras la Avenida Kennedy aparece como la proyección de un punto de fuga desde ese mismo centro hacia un afuera. Esto ha permitido especular con una decisión sobre el emplazamiento devenida de una política autoral que como tal se puede desprender de la lógica de trabajo del mismo Ortúzar, pidiéndose deducir que la decisión sobre la ubicación del monumento es de carácter meramente artístico, lo que indudablemente no es materialmente posible. 5 Concurso para el Monumento al General Schneider . El Mercurio, 5 de agosto de 1971. 6 Testimonio de Raúl Schneider entregado vía mail al autor, 14 de junio de 2018. Las bases de los monumentos

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