Cuerpos de la memoria: sobre los monumentos a Schneider y Allende

32 En cierto sentido, ha sido precisamente la condición en general mimética de la obra de arte lo que ha tornado problemática la relación entre el arte y la “realidad”. Es como si el punto de partida de las artes visuales siempre hubiese sido la representación . En efecto, la dimensión representacional estimula la expectativa de un pronunciamiento del arte acerca de la realidad, y sin embargo el mismo espesor representacional de la obra (debido a su estética figurativa, a su carácter eminentemente formal o a su coeficiente reflexivo) opera como una frontera elástica en virtud de la cual el arte no deja de retornar a sí mismo. Incluso asediado por la contingencia, el arte no deja de escribir su propia historia. Cierto. Pero ¿acaso el monumento no ha cruzado desde un principio la frontera ensimismada del arte? ¿No exhibe todo monumento una especie de opacidad matérica en la que ha tomado cuerpo precisamente el encargo que en cada caso le ha dado origen? El significado que tiene el monumento se confronta con aquella opacidad matérica, pues la presencia espacial que el significado debe a la materia en que toma cuerpo depende de una efectiva rearticulación del entorno . De esto depende el hecho de que la materia “monumentaria”, emplazada en un espacio predado (plaza, rotonda, avenida, explanada, etc.), remita la atención del espectador-transeúnte hacia su esfera de significación. La obra de Ortúzar se instala en la Rotonda Kennedy disponiéndose allí a partir del modo en que opera sobre el espacio que la rodea. El investigador David Maulén analiza con precisión dicha operación: “representa un eje de equilibrio con la gravedad de la tierra, como un cuerpo humano en equilibrio con la misma. Pero la base descentrada representa la necesidad de movimiento respecto a la primera referencia estática, el trazado de cuadrícula de una primera modernidad. (…) apela a la condición de percepciones múltiples del espectador a partir de la propia geometría que utiliza cotidianamente al desplazarse por el espacio, y buscar a través de la vista puntos de apoyo virtuales para lograrlo” 5 . 5 Maulén, David, “Carlos Ortúzar y el arte serializado de integración cívica”, en: Revista Diálogo , Volumen 20 Número 1, Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, Santiago de Chile, enero de 2017, p. 43. Sergio Rojas

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