Cuerpos de la memoria: sobre los monumentos a Schneider y Allende

30 parte representativa de la oficialidad no haya simpatizado nunca con el proyecto de la Unidad Popular, el asesinato del General Schneider demostró los imponderables criminales de una intervención armada y al menos creó algún resentimiento en muchos contra los sectores de derecha que habían estado detrás del golpe [de asesinato], aunque fuera de manera tácita”3. El sábado 24 de octubre Allende fue elegido presidente por el Congreso Pleno. Schneider falleció la mañana del 25 de octubre. Al día siguiente Allende realiza su primer acto como Presidente: asiste a la Catedral de Santiago para el funeral del General Schneider. El carácter abstracto de los proyectos presentados al concurso para el monumento a Schneider fue objeto de cuestionamientos, tanto desde el ámbito propiamente artístico como desde sectores de la izquierda política de entonces. El escultor Samuel Román integró el jurado en el concurso para el monumento a Schneider. El 2 de octubre de 1971 envió una carta a Gilberto Concha Riffo, Vice-Presidente ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales, comunicando su renuncia al jurado. En un pasaje de aquella carta Román expresa claramente su discrepancia: “A mi juicio la mayoría de los proyectos ahí presentados tienen un carácter impersonal. Pueden colocarse en Santiago o en cualquier otro lugar del mundo, y representar a la Coca-Cola o a los productos Bayer, etc. Sólo es cuestión de agregarle las lecturas adecuadas”. Por esa misma época, en la “Página de Arte” del Diario La Nación también se argumenta contra un tipo de arte de carácter eminentemente “formalista”, aludiendo a una especie de descompromiso por parte de los artistas y su excesivo personalismo para con las tareas que el país demandaba de sus trabajadores. En este caso la crítica es expresamente política: “Hay (…) dos clases de arte: el elitista, al servicio de la reacción, escondido en el falso esquema ‘del arte por el arte’, y las expresiones artísticas dentro de una sociedad socialista en que el llamado ‘artista’ no es sino un trabajador más” 4 . Esta nota en el Diario La Nación tiene como contexto de referencia el malestar que existiría en ese momento entre los artistas con respecto a la compra de cuadros a determinados autores para la UNCTAD III, los criterios de decoración del Metro de Santiago y, justamente, el resultado del concurso para 3 Fermandois, Joaquín, La revolución inconclusa. La izquierda chilena y el gobierno de la Unidad Popular , Santiago de Chile, Centro de Estudios Públicos, 2013, p. 352. 4 En: “Monumento despierta polémicas”, Diario La Nación, Domingo 30 de enero de 1972. Sergio Rojas

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