Cuerpos de la memoria: sobre los monumentos a Schneider y Allende
17 Monumento a Salvador Allende Plaza de la Constitución Este monumento difiere considerablemente del caso anterior. Más que por las distancias temporales entre la erección de ambos y la amplia disposición de información sobre este último, sorprende advertir que al analizar dos personajes que compartieron época y valores, las condiciones de producción de sus monumentos sean tan disímiles. Convengamos que la imagen de Salvador Allende no le es indiferente a nadie que tenga conocimientos sobre la historia reciente de nuestro país. Ya seamos adherentes u opositores, no podemos negar el carácter decisivo que tuvo su ascenso al poder, así como su posterior derrocamiento. Esta dualidad de su percepción como personaje histórico hizo que la construcción de un monumento en su nombre se viera aplazada prácticamente desde el retorno a la democracia en 1991, su aprobación en el Congreso en 1994, hasta su inauguración en el 2000, esto no sin antes una discusión con severos detractores a la idea de hacer retornar su imagen a La Moneda. Adentrados ya en este contexto, se analizará la emergencia de esta obra dentro de los mismos momentos destacados anteriormente. Acontecimiento Salvador Allende es tan reconocido por las particularidades de su gobierno como por su trágico fin. La serie de medidas de reivindicación social que su mandato propuso movió masivas cantidades de gente en torno a la coalición política denominada Unidad Popular, y el mundo veía cómo el socialismo se instalaba en una nación de forma democrática por primera vez en la historia. Pero con el paso del tiempo esta utopía entra en una dura crisis económica y política, que como ya sabemos terminaría con un golpe de Estado orquestado por las Fuerzas Armadas comandadas por Augusto Pinochet, acabando con la democracia un 11 de septiembre de 1973. ¿Cómo se generan los monumentos en Chile?
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