Cuerpos de la memoria: sobre los monumentos a Schneider y Allende

14 Es importante resaltar que además de las bases, existe documentación que muestra que el concurso dio lugar a polémicas que tensaron las decisiones del jurado. El escultor Samuel Román, como jurado representante del Consejo de Monumentos Nacionales dentro del comité, manifestó en una carta dirigida al vicepresidente de este organismo su malestar al sentir que la elección del proyecto ganador estaba sujeta a un juicio imparcial, así como sus objeciones por la abstracción del monumento. Estos reparos los reitera en una entrevista al diario “La Nación”, el 30 de enero de 1972, a raíz de la mencionada exposición de las maquetas en el Museo Nacional de Bellas Artes. En el artículo afirma que elmonumento estaba planificadode antemano e incluso lo considera un “tongo” 4 . Más allá de valoraciones personales (y coloquiales) sobre el concurso y la obra, la opinión de Samuel Román afirma lo dicho anteriormente sobre las acotadas posibilidades que explícitamente ofrecen las bases, así como las dudas acerca de la decisión de exigir el carácter abstracto para el homenaje a un miembro del Ejército. Ubicación Este punto es uno de los más desafiantes dentro de esta parte de la investigación, según documentación, testimonios e información variada, el monumento tiene al menos tres ubicaciones tentativas previas a su definitiva en la actual avenida Kennedy. Aunque pudimos develar y descartar algunas hipótesis, saber completamente qué aconteció para llevar al monumento a su actual ubicación presenta aún algunos vacíos propios de la distancia temporal. También es necesario destacar que la construcción del monumento se encuentra en medio de la gran convulsión que provocó el golpe de Estado, en donde funcionarios del Consejo de Monumentos, de la Municipalidad de Las Condes, y evidentemente del Congreso, fueron removidos bruscamente de sus cargos, dejando un vacío de información que hoy solo podemos llenar con conjeturas y testimonios, en este último caso sujeto a las variaciones de la memoria y el paso del tiempo. Como ya fue mencionado, la primera opción debido al cargo del General fue en las inmediaciones de la Escuela Militar, espacio que posiblemente fue descartado en Verónica Figueroa 4 “Monumento despierta polémicas”, La Nación, 30 de enero de 1972, pág. 6.

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