Escultura y contingencia 1959-1973

91 Escultura y Contingencia emerge la realidad social como único sitio de arraigo y pertenencia para dichas anatomías. En efecto, en estos montajes el contexto asume la función que antes tuvo el territorio. Lo interesante de este proceso de transformación es que va a suponer una comprensión nueva de la relación de la escultura con el espacio, las que ya no estará determinada por una lógica de lo monolítico, lo vertical o lo totémico, sino que se plegará hacia una exploración de lo horizontal como campo de significación tridimensional. Cabe destacar que el uso del piso y de las paredes como apoyo o anclaje provisorio no es limpia ni estructural como la que se puede ver en el minimalismo y sus correlatos expandidos, sino que, contrariamente, la intervención de estos elementos del entorno extrema el estado frágil y vulnerable del cuerpo escultórico, pero también abre la escultura a un tipo de sensorialidad dispersa o difusa que ya no está territorializada en el objeto escultórico, sino diseminado por todo el espacio expositivo. Dicho sensorium, en cuanto afecta nuestras facultades sensitivas en su conjunto, se materializa de manera ejemplar en la obra de Víctor Hugo Núñez titulada “La población”. El montaje consiste en la distribución en la sala de diversos materiales que el escultor tenía en su taller, aunque la disposición en el espacio de dichas materialidades no obedece a un programa preestablecido. Más bien, responde a la necesidad de incorporar el desorden en un lugar cuya característica principal es la limpieza y la pulcritud; desorden que se radicaliza al integrar trapos orinados, recogidos de la basura, a su montaje. No quisiera desarrollar una lectura de los contenidos del trabajo ni tampoco discutir el aporte innegable que está implícito en su dimensión interdisciplinaria, solo quisiera remitirme al fenómeno espacial que nos propone y que, pienso, revela de forma rotunda la emergencia de una estética escultórica fundada en la puesta en abismo de sus antecedentes monumentales. En efecto, en la instalación de Núñez todos los elementos parecen ser consecuencia de un profundo movimiento de tierra, en la medida en que