Escultura y contingencia 1959-1973

8 de las obras y relatos fragmentarios que describen de forma parcial los procesos de politización más radicales, materializados en el ingreso del objeto y de las prácticas instalatorias. Esta situación ha sido el factor para que los cambios que introduce la escultura realizada entre 1959 y 1973 hayan sido leídos desde perspectivas teóricas que ponen en valor conceptos y desplazamientos plásticos asociados a la crítica de la representación pictórica, con lo cual han quedado consignadas dentro de la historia del arte chileno como desplazamientos de la pintura. Esto evidencia la predominancia de una perspectiva que dejó fuera la discusión sobre el alejamiento de la producción escultórica respecto de la matriz simbólica y abstracta imperante desde la década de 1940, lo que da sustento a la investigación y la publicación de las conclusiones de esta investigación, consignadas en este libro. En efecto, las obras de Langlois, Núñez, Peters, Maruenda o Valentina Cruz, exceden en muchos sentidos el campo abierto en Chile por la crítica de la representación pictórica. Pensar, solamente el uso de materiales asociados a lo efímero o lo precario, la incorporación de objetos con claras alusiones políticas y en muchos casos pertenecientes a la cultura popular y una ocupación del espacio afectada por lo teatral y ambiental, nos muestra las intenciones y programas artísticos de los autores que no sólo rompen con el carácter ilusionista de la obra de arte sino que transgreden la relación entre la vida y su interpretación crítico- estética. Por otra parte, la presencia del cuerpo como lugar metafórico de las contradicciones sociales y políticas es un signo evidente de que lo performativo cruza en su conjunto todas estas propuestas. Presentación

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