Escultura y contingencia 1959-1973
78 no sublimable, no puede ser alcanzada a través del pensamiento entendido como una metáfora del ver, sino a través de su comprensión como una nueva forma de tocar. Lo importante, para Nancy, es volver al cuerpo, es decir, no pensar la distancia entre el ser y el mundo, entre cuerpo y realidad, sino su irremediable juntura, contacto e in-división. El sentido y lo sentido, lo tocable y lo intocable, en los textos de Nancy, apuntarían a ser instancias indisociables o indiscernibles que se componen mutuamente liberando al pensamiento de todo idealismo. Este giro hacia una suerte de hapto-centrismo es analizado profundamente por el filósofo Jacques Derrida en El tocar, Jean Luc Nancy 8 . Este texto no se entrega fácilmente, pues más bien asume el desafío de corporizar el pensamiento, pensar su condición extensa, a través de una escritura poético-filosófica donde los conceptos y las palabras se espacializan y adquieren por ello una densidad, un peso, que doblega y neutraliza su función representacional e icónica. Es particularmente interesante, en el texto de Derrida, sentir como su imaginario conceptual se antropomorfiza y disemina en un sinfín de metáforas somáticas y topológicas. A ratos, la palabra de Derrida pareciera querer tocar el mundo sin por ello alterar los signos por medio de los cuales este se expresa y consolida su sentido. Nociones tales como diseminación, espaciamiento, extensión, texto, textura, tejido, etc. ya no desean designar relaciones de tensión al interior de un campo de significaciones hegemónicas, sino, contrariamente, inscribir el drama o la tragedia de la carne en el territorio nunca seguro ni objetivo de la escritura. Pensar a Nancy permite a Derrida volver al cuerpo, pero este retorno no opera en relación a su figura ni a sus posibles representaciones, sino a su peso, su gravedad, su gravitación, o sea, a una cierta manera en que los cuerpos traman o tejen el sentido al margen de todas nuestras posibles interpretaciones. Por otra parte, el particular uso del lenguaje que tienen ambos pensadores releva momentos de nuestra fisicidad fuertemente asociados a lo que podríamos llamar una poética escultórica. Lo derrumbado, lo caído, lo arrojado, lo espaciado o 8 Derrida, Jacques, El tocar, Jean-Luc Nancy . Ed. Amorrortu. Buenos Aires, 2011. Escultura chilena de los 1960
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