Escultura y contingencia 1959-1973

37 Escultura y Contingencia En tanto, el trabajo de Carlos Peters propone la incorporación del universo cotidiano en la sala, elementos autobiográficos y de su más cercana realidad. El mismo Peters alude a su origen social cuando explica que su llegada a la Universidad se produce sin portar un capital cultural que le permitiera articular los desafíos que le propone el medio artístico universitario, y que seguramente explica su distancia hacia la alta cultura, y al mismo tiempo, su interés por el mundo popular. Todo esto, sumado a “un ambiente generalizado que hace explotar las cosas” (y frente al cual él mismo se define como un “marginal”) lo que lo lleva a afirmar –con insolencia– que “la cultura es un pescado podrido que la gente se pasa por el cuello” 24 . Grabador de origen 25 , los montajes de Peters incluidos en “La imagen del hombre” toman como referencia los carteles de los cines y de la publicidad, donde las siluetas de personajes recortadas son complementadas con objetos reales: una pelota de fútbol, un balón de gas, una pequeña carreta. Una de ellas, “Niñas”, eran las hijas de la persona que arrendaba talleres para artistas en Bellavista y donde Peters vivía en ese entonces. “Hombre” toma origen de una fotografía de su propio padre. Esta incorporación de su entorno cercano también la aborda en la exposición que realiza ese mismo año en la Sala Universitaria junto a María Cristina Matta, donde llevó innumerables fotografías familiares para componer collages donde incorporaba también cartones, diarios, boletos de micro o afiches políticos, construyendo personajes y objetos que salían de la bidimensión para incluirse en parte del espacio expositivo. 24 Esa ácida frase fue pronunciada por Peters en medio de una conversación sostenida con Rojas Mix y Aldo Pellegrini en uno de los encuentros realizados en el IAL, otorgando contexto para dar rienda suelta a su carácter contestatario y provocador. Entrevista con Carlos Peters . Núcleo Escultura y Contemporaneidad. 2019 25 En 1969 se exponen sus grabados en el Centro de Extensión de Artes Plásticas, proyecto que incluye objetos entintados provenientes de la realidad, tales como serruchos, patentes de autos, bisturís y tijeras. Ese mismo año recibe una Mención en el concurso Casa de las Américas, en Cuba.