Escultura y contingencia 1959-1973

28 Escombros, despojos y desperdicios distancia respecto de ciertos conceptos y reflexiones sobre las cuestiones abordadas, es consciente de haber sido parte de la inauguración de una manera de afrontar el espacio exhibitivo que no se había visto hasta entonces 13 . Lo interesante del caso es que ese mismo año, en el Museo Nacional de Bellas Artes dirigido por Nemesio Antúnez, Langlois Vicuña expone “Cuerpos Blandos”, una obra cuya relevancia es indiscutida en la historia del arte nacional justamente por haber puesto en ejercicio una manera desbordada de concebir la escultura. Una gran manga de bolsas negras de plástico rellenas con papel de diario con la que Langlois invadió literalmente el Museo, como una gran serpiente informe que se pasea por las salas de exposición, y concluyendo en el exterior del edificio amarrada a la palmera que se ubica frente a una ventana. Esto nos propone que la existencia de una pulsión por exceder los límites de la escultura. Núñez desde el interior de la academia, con un desparpajo que se enfrentó no solo a la crítica sino también a las opiniones negativas de algunos artistas. Langlois desde afuera, en sus propias palabras, sin pertenecer al medio del arte y sin tener que responder necesariamente a las exigencias que le podría proponer la referencialidad de la institución artística, amparado en la visión de Nemesio Antúnez, ahora Director del Museo de Bellas Artes, quien empujaba su apertura a nuevas expresiones artísticas. Como corolario, en el año 1971 Cecilia Vicuña presenta “Otoño” en el Museo Nacional de Bellas Artes, en colaboración con Claudio Bertoni. Nemesio Antúnez le propone el nombre de Salón de Otoño , haciendo un juego respecto de los tradicionales salones académicos que poblaron las salas del Museo, y cuyo carácter señorial y académico era indudablemente cuestionado por una intervención como la que acomete Vicuña. La obra consistió en llenar una de las salas con hojas secas que recogió tanto del Parque Forestal como de la 13 Núñez, en su propio testimonio, propone como referencia su enseñanza católica donde la observación de la misa le permitió comprender la unicidad de la atmósfera cuando se viene a determinar por una dimensión simbólica, lo que trae como consecuencia una ordenación corporal del espacio. Entrevista con Víctor Hugo Núñez . Núcleo Escultura y Contemporaneidad, 2019.

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