Escultura y contingencia 1959-1973
23 Escultura y Contingencia Environments, montajes y happenings La ampliación de la concepción de espacio y la transformación de la noción tradicional de escultura se ese hace patente en una obra que aparece como fundamental y que se transformó en una referencia para los estudiantes de la época: “Peligro”. Realizada a finales de abril de 1969 en el Hall central de la Escuela de Bellas Artes de la U. de Chile, es una obra de carácter colaborativo que desborda los límites de la escultura para expandirse hacia lo performativo y multimedial. Participaron Félix Maruenda, Ricardo Mesa, Fernando Undurraga, Washington Martínez, Jorge Barba y Agustín Olavarría, además del fotógrafo José Moreno y el cineasta Luis Mora. Basándose en la obra de Maruenda y utilizando partes de los fuselajes de tres aviones intervenidos, llevaron las piezas al edificio del Parque Forestal para componer una especie de escenografía donde se desarrollaría una experiencia, un “happening”, donde se escucharon estruendos de bombas y sonidos alusivos a la guerra y la violencia. Entre las esculturas -que terminaron de ejecutarse en el mismo hall del edificio- estudiantes de danza improvisaron una pieza de ballet, se proyectaron imágenes fotográficas de crímenes de guerra, escenas de películas y sonidos (sean de piezas musicales como del estruendo de bombas). Maruenda declaraba al periódico El Siglo: “Hoy día, dice Maruenda, el público es indiferente al arte en general y es- pecialmente la pintura y escultura. En teatro es alarmante cómo ha bajado el número de espectadores. Pensamos con este experimento hacer que el público se integre a la expresión artística, a este nuevo tipo de exposición- espectáculo para que se sienta actor del mismo como un elemento plástico más, pero cambiante. Toda la gente responde frente a ciertas imágenes: la muerte y la destrucción, la guerra son algunas de ellas. Por eso hemos tratado de motivarlo con ésta. Pensamos -agrega- que la solución para la apreciación artística no estriba solamente en enseñarle a la gente como comprender el arte. El joven artista actual no puede esperar que esto ocu- rra: debe, a nuestro juicio, buscar otros caminos para integrar al especta- dor. Pensamos que éste es uno” 9 . 9 Diario El Siglo , 28 de abril de 1969.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=