Escultura y contingencia 1959-1973

100 ¿De qué está hecho el pasado? Encontramos eventos, personajes, objetos, nombres, fechas, notas de prensa, obras, y nos parece que todo ello va configurando ese tiempo por el cual preguntamos. Lo denominamos “época” para apuntar que todos esos elementos se articulan entre sí, como participando de un mismo clima, se encuentran e incluso se conflictúan, pero todo eso habría ocurrido al interior de lo que hoy nos parece definido por un gran “entre paréntesis”. Un tiempo que en varios sentidos no es el que “nos toca” vivir, entre otras cosas porque no vemos en este ahora sin horizontes los “paréntesis” con los que después, desde el futuro, vendrán un día a cercarnos para hacernos pertenecer también a una “época”. Esto plantea la cuestión fundamental que me interesa reflexionar aquí: ¿cómo llegan a domiciliarse los seres humanos en el tiempo? Desde el presente el pasado se hace pertenecer a una mismidad y así, reunidos en la misma barcaza y compartiendo el mismo aire, aquellos hombres y mujeres se alejan hacia atrás en la historia, primero lentamente, luego a grandes zancadas, hasta que las referencias ya no son los años, sino las décadas, y luego los siglos. Pero los individuos no sabían que a posteriori habitarían una “época”, que ese tiempo muchas veces incierto, inhóspito, agresivo, en un futuro les sería atribuido como “su” tiempo. Pienso que lo que sucede más bien es que los seres humanos intentan, en cada meseta de tiempo, romper con los límites que les han sido impuestos por un pasado en el que hunden sus pies. Intentan construir “su tiempo” contra la gravedad del pasado desde el que se asoman sin terminar nunca de salir. No viven en una época, sino que luchan por romper con la “anterior”, es el intento por transitar hacia un tiempo que más tarde podría llamarse historia. ¿Cómo existen los individuos en medio de esa tempestad que es el devenir? La respuesta es simple y tremenda a la vez: hablando . ¿Cómo nacen las ideas? ¿Cómo es que vienen a existir las obras? Pensemos esta cuestión a partir de un caso. La obra instalativa “Cuerpos blandos”, de Juan Pablo Langlois, es considerada como la primera intervención artística de “Era nada, y era impresionante”

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