Estética de la intemperie: lecturas y acción en el espacio público

Estéticas de la Intemperie 50 En los años setenta, en un contexto de enfrentamiento político desventurado y teatral muchos ven a los pobladores como una fuerza histórica de cambio e intentan conectar intereses políticos con reivindicaciones sectoriales. Esta conexión obligada polariza a los pobladores 16 y abre un campo de discusión sobre el vínculo entre lo político y lo urbano en términos de acción reformista o revolucionaria. Lo popular se convierte en la clave heroica de una voluntad utópica de cambio social que le transmite su energía protestataria y reivindicativa a todo el período de la Unidad Popular y del gobierno de Salvador Allende. Santiago, entonces, va incorporando a los sujetos populares de un modo funcional y temeroso: por un lado, acepta al roto , un pícaro que hace del ingenio su estrategia para zafarse de la incomodidad social del trabajo, la autoridad o el esfuerzo-, pero compensa su desidia con virtudes patrióticas y generosidad individual; y, por otro lado, persigue al lumpen descontrolado y conflictivo cuya potencia desviada siempre lo pone en la orilla contraria del orden, el respeto y la educación. El roto es la figura legendaria –según la famosa iconografía de la revista Topaze 17 -, que encarna esta representación picaresca de lo popular-urbano chileno, exhibiendo un reverso de la configuración alegórica de la Nación que junta desprecio y temores: ‘El roto como metáfora del pueblo, se presenta virtualmente errático. Sin un destino institucional, su única vitalidad parece ser el eterno vagar de su cuerpo. 16 “El ímpetu con que crecen las organizaciones comunitarias desde el gobierno de Frei continúa durante la Unidad Popular. Se estima que 800.000 personas se encontraban afiliadas a estas organizaciones (Alvarado et al., 1973). Como los campamentos son más activos y más movilizados que las poblaciones ya consolidadas, como son dirigidos por militantes de los partidos de izquierda en el gobierno, los campamentos se van estabilizando, consiguiendo su equipamiento y convirtiéndose en poblaciones poco a poco. En el curso de este cambio la organización comunitaria se desarrolla dentro de lazos de dependencia con los partidos políticos y la Iglesia católica. Según Vanderschueren (1971b), los pobladores están dominados por una conciencia“dependiente”: el adversario social sigue siendo el“rico”, describe estas diferencias en términos relaciones de distancia social más que de explotación, y las elites políticas aparecen como las únicas capaces de realizar los cambios necesarios y de ayudar a mantener la unidad del grupo. Esta concepción, en resumidas cuentas totalmente instrumental y dependiente de la política, explica que 70 por ciento de los pobladores se ubiquen al“centro”con posiciones que incluyen matices de derecha, como el respeto del orden y el Estado, pero también con tonos izquierdistas por su voluntad de integración (Aldunate, 1971). Castells (1973), en este mismo período califica los comportamientos colectivos de los pobladores como economicistas”.Vicente Espinoza. Op.cit. 17 Semanario satírico político que constituyó un espacio comunicacional urbano destacado en Santiago. Fue creado en 1931.

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