Estética de la intemperie: lecturas y acción en el espacio público
Estéticas de la Intemperie 28 Como lo señala Goligorsky 23 la ciencia ficción se ha constituido como un idioma nuevo (el desesperanto ) que nos permite adaptarnos a situaciones de la actualidad que superan infinitamente en su horror y falta de sentido las propias dimensiones representacionales que los seres humanos nos hacemos del mundo circundante. Es por ello que en el ámbito de este texto nos interesa utilizar la historia para intentar evocar la experiencia extática que nos permite la nocturnidad y que nuestra sociedad ha olvidado. Y, por otra parte, interrogar sobre los vínculos entre oscuridad y caos. Más allá de lo anecdótico de la situación, lo interesante es el vínculo con la claustrofobia que se apodera de los habitantes de Lagash (nombre del planeta) al sentirse rodeados de la oscuridad que los aprisiona. Como si la incitación a ver y creer, y a ver y obedecer de los romanos se hubieran hecho realidad en una posible instancia de luminosidad total, que justifica y legitima el orden total. Mientras, por otra parte, la oscuridad inimaginable e inanticipable opera como un gatillante del horror más primigenio. ‘Estaba enloqueciendo y lo sabía, y por dentro una pizca de cordura gritaba, luchaba por combatir el aluvión negro de terror. Era espantoso enloquecer y saber que uno enloquecía, saber que al cabo de un minuto seguiría allí, pero que su esencia real estaría muerta y ahogada por la negra locura. Pues eso era la oscuridad; la oscuridad y el frío y la condenación. Las brillantes paredes del universo se hacían trizas y sus horrendos fragmentos negros caían para aplastarlo, triturarlo, anularlo’. 24 El descontrol que se apodera de los habitantes tiene que ver con esa experiencia del universus interitus que los romanos temían, con la liberación del Khaos originario que existe en la oscuridad de la que la noche ( Nix ) es una manifestación, así como también Érebo y las divinidades asociadas a ella. Esa oscuridad ha intentado ser desterrada en Chile por medio de un sucedáneo de Éter (el Mercado), en que las reglas claras protegen un orden en que la vieja incitación 23 Véase Goligorsky, E. y Langer, M. Ciencia Ficción. Realidad y Psicoanálisis. Ed. Paidós. Argentina, 1969. 24 Asimov, I. Op. Cit. Pág. 482.
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