Estética de la intemperie: lecturas y acción en el espacio público
Estéticas de la Intemperie 242 que a desecho. Aun permaneciendo en lo irresuelto de los sentidos de esta palabra, este acertijo puede leerse como el algo más que se encuentra siempre en lo desperdiciado, y que puede volverse objeto de don así como reto a su multiplicación impredecible. No por nada el poeta del neobarroso –como declina Perlongher el neobarroco para nuestros paisajes latinoamericanos, concentrando tal vez en el prefijo neo todo lo que puede haber de nomadismo en las jugadas por consumar entre ciudad y escritura– se diera a explorar diversas formas de éxtasis, de la ayahuasca a la poesía. No por nada volviera sinónimos pensamiento y delirio. La intemperie que se desprende de Poética urbana sería aquella que surge del borramiento, por saturación, de la trama urbana, provocando la emergencia de otras materias. Entre éstas, los cuerpos. Cuerpos vibrátiles 5 , entrando en resonancia con esta invención impersonal que es toda ciudad, escribe Perlongher, llevando a cabo un periplo por las intensidades en cuyo desplazamiento la ciudad es pensada y delirada, a la vez que estos cuerpos son imaginados por ella en la capacidad que tiene la ciudad de producir imágenes. Intemperie, entonces, no sólo porque en algún afuera, ni siquiera fuera del mapa, sino en una perspectiva que carece de autor, lugar de fugaz coincidencia en el estar siendo creado por un otro sin nombre (que es la forma en que se inscribe, finalmente, el nombre de una ciudad en los cuerpos). (Recuerdo: un boliche santiaguino en su disposición habitual: un grupo, o agrupamiento, digamos, por mesa. Algo empieza a suceder en la trenza de las conversaciones de cada mesa, algo en el eco de alguna conversación que, de pronto y por contraste (el rumor en cada mesa habla de asuntos distintos y distantes), porque se destaca, precisamente, esa conversación, permite escuchar dos tonos, dos escenas en el escenario del boliche (en su cuaderno, a punto de ser rojo, a punto de escribirse). Sucede una súbita interpelación, una frase lanzada de una mesa a otra (alguien, en la mesa donde me ubico, le espeta algo a otra mesa) que trastoca 5 Noción que pertenece a Suely Rolnik, citada por Néstor Perlongher en Poética urbana .
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