Estética de la intemperie: lecturas y acción en el espacio público
241 rojo, el detective cree percibir en los diagramas de su itinerario la formación de letras y, luego, para su horror, una palabra, una palabra inconclusa que él podría completar. Por cada día de seguimiento que él hace del vagabundo, concluye, se agrega una letra. No ahondaré en la trama del relato, un espejeo en el que tanto el detective como el vagabundo han sido objeto de la vigilancia y de los recados del otro. Me interesa permanecer en el momento en que las calles emergen de pronto (relámpago benjaminiano en el que se bifurca y aúna aquello, imposible y posible, que está por ser comprendido) como alfabeto, gracias a un viejo vagabundo que las traza con su cuerpo, y al desvarío de un testigo –un escriba, en esta circunstancia– que teme descifrarlas, que parece deberse a este desciframiento, envuelto en la duda y en una semivigilia que lo hace recordar el vertedero de su infancia donde rebuscaba en una montaña de basura . De este pasaje del libro, de este episodio, quisiera retener otro itinerario, que se forma en la escritura misma, y que va del cuaderno rojo al diagrama y al vertedero. En todos ellos hay una búsqueda –en la montaña de basura , incluso se rebusca (según la traducción española)–, pero ese itinerario podría ser inverso, o simultáneo: el cuaderno rojo es, en sí, el diagrama del vertedero, un diagrama imposible que, por lo mismo, acoge la escritura. Y las ciudades son un incomprensible vertedero, las calles su aparente diagrama. ¿El cuaderno? ¿El cuaderno rojo? Puede recoger, guardar la ciudad –entre vertedero y diagrama– a modo de búsqueda, de invención de otros itinerarios y, sin embargo, por rojo que sea, es parte del vertedero y del diagrama de la ciudad. Está escrito por la ciudad. Y tal vez sea uno de los modos de leer al anciano en sus vagabundeos: es la ciudad la que merodea. Nosotros, sus habitantes, creemos –queremos– descifrarla, como si hubiese un texto anterior a aquel que le lanzamos. Potlatch sensual del desperdicio , escribe Néstor Perlongher a propósito de la ciudad 4 . Desde la poética de este autor, desperdicio estaría más cercano a derroche Guadalupe Santa Cruz 4 Néstor Perlongher, Poética urbana , en Prosa Plebeya. Ensayos 1980-1992, Ediciones Colihue S.R.L., Buenos Aires, 1997.
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