Estética de la intemperie: lecturas y acción en el espacio público
Estéticas de la Intemperie 230 de inestabilidad que el mercado impone a los individuos), genera incesantemente producciones descentradas de cultura que, por lo mismo, tienden a pensarse a sí mismas en el horizonte de la globalización, porque se inscriben en el capitalismo. 3. De la intemperie líquida El sentido original del habitar consiste en crear habitualidad , es decir, se trata de construir un mundo de amanualidad (en un sentido heideggeriano) en medio de lo inhóspito, porque habitar es siempre una forma de existir en medio de la intemperie, por lo que debemos considerar como inherente al sentido mismo del habitar la relación del espacio-tiempo domiciliario con el caos en el que todo es todavía posible. Habitar es, pues, en el origen, relacionarse con esa fuerza devastadora. Pero entonces, ¿qué ocurre cuando el habitar suspende toda relación con la alteridad? Es lo que Marc Augé denomina un no-lugar , esto es, un espacio pre-dado para ser ocupado conforme a funciones y normas pre-existentes. El habitar humano se desarrolla así, idealmente, en una dimensión de anticipación , de prevención, en la constante generación de un espacio técnico pre-dispuesto. Pero esta representación calculadora del espacio carece de sujeto. La ciudad moderna se ha hecho inhabitable , debido fundamentalmente a la escala no humana de sus dimensiones, es decir, el individuo en la ciudad se encuentra expulsado , desterrado 6 . La ciudad es el sitio de la comunidad imposible . Sin embargo, por otro lado, no existe un modo que pueda ser considerado propia o naturalmente humano de habitar – más bien habría que decir que no existe 6 ‘El estilo de crecimiento que la ciudad de Santiago ha seguido durante las últimas décadas, ha sido el resultado de la falta de normativa para la intervención del sector privado y, de la falta de un planteamiento sostenible a medio y largo plazo. La enorme extensión de la ciudad se originó principalmente a partir de 1979, cuando la óptima distribución de los recursos y el tamaño de la ciudad se movió según las fuerzas del mercado. Este crecimiento en extensión se volvió ineficaz estructuralmente: se utilizaron grandes cantidades del mejor terreno de cultivo, y las áreas centrales y pericentrales de la ciudad quedaron escasamente pobladas, con importantes dotaciones de infraestructura que sufrían un deterioro creciente. Se estaba modelando también una segregación espacial, social y funcional que se expresaba por el deterioro de las condiciones de vida de la mayoría de sus habitantes: los grupos de pocos recursos tenían pocas posibilidades de elegir la ubicación de su residencia y no generaban inversiones importantes en infraestructura o urbanización’. Plan Regulador Metropolitano de Santiago de Chile, Este documento se ha editado a partir de una versión inglesa. Traducido por María Isabel Gómez Jiménez. Revisado por Lourdes Domingo e Isabel Velázquez [Disponible on line].
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