Estética de la intemperie: lecturas y acción en el espacio público

223 obra vanguardista nunca es históricamente eficaz o plenamente significante en sus momentos iniciales. Y no puede serlo porque es traumática (...). 1 Pero sin duda que la tan mentada voluntad de transgresión de la vanguardia es en ello voluntad de un real (he aquí su seriedad ) cuya presencia sólo se anticipa en la destrucción de la representación. Entonces esta voluntad de transgresión deviene una voluntad programática, una voluntad para la cual la acción es la ocasión para pensarse a sí misma como programa de acción . La vanguardia sería, pues, internamente portadora de su diferencia , porque no puede sino creer en el futuro, en un tiempo porvenir. De aquí la tesis de Hal Foster –contra Bürger- según la cual la vanguardia no es nunca un acontecimiento en el que ocurre todo a la vez , no es nunca enteramente significante en su primer momento de aparición. 2 En 1973 el golpe de estado establece en Chile una ‘ institucionalidad’ de golpe, destruyendo el estado de derecho. En ese vacío de derecho (en virtud del cual se pretende ser contemporáneo del inicio de la historia por venir) la dictadura militar instala su jurisdicción de represión y control: la dictadura gobierna en la no institucionalidad. Se trata, pues, de un estado de excepción y, en consecuencia, en el arte la vanguardia no tiene lugar. En los 80’, el CADA dice: ‘nosotros pensamos a Chile entero como una galería’ . Contra el adjetivo de arte elitista , los integrantes del CADA argumentan: ‘Nuestros trabajos se fundan en elementos de la realidad, por todos reconocibles, como la leche [‘Para no morir de hambre en el arte’ (1979)] o en este nuevo trabajo [ ‘Ay Sudamérica’ (1981)]: el cielo, las avionetas, y un documento: proponer que cada hombre por el sólo hecho de pensar en ampliar sus espacios de vida es un artista y hacer esta invocación a 400.000 personas pasando por los más diversos estratos sociales...’ 3 . Efectivamente, el arte como acción hace materialmente del contexto social su campo de operaciones, 1 Hal Foster: ‘¿Quién teme a la neovanguardia’, en El Retorno de lo Real, Akal, Madrid, 2001, p. 34. 2 Ibid., p. 12.‘La vanguardia histórica y la neovanguardia están constituidas de una manera similar, como un proceso continuo de protensión y retensión, una compleja alternancia de futuros anticipados y pasados reconstruidos; en una palabra, en una acción diferida que acaba con cualquier sencillo esquema de antes y después, causa y efecto, origen y repetición’, Ibid., p. 31. 3 ‘Cuando el arte cae del cielo’, conversación de los integrantes del CADA con María Eugenia Brito (Revista Apsi Nº 105, agosto de 1981), en ‘Documentos’, Chile Arte Actual, pp. 65-66. Sergio Rojas

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