Estética de la intemperie: lecturas y acción en el espacio público
Estéticas de la Intemperie 200 términos, el participante debe adquirir un cierto nivel de capital simbólico que le permita adueñarse de forma más completa de los rendimientos de su participación (conciencia ciudadana o comunitaria, por ejemplo) . El derecho a pataleo, le lleva lo no-pedagógico. Con todo lo que valoro de Freire, me interesa en el arte público y/o en el arte relacional , no lo edificante, sino lo constructivo como el rayo de Walter Benjamin, lo constructivo como traza, como acontecimiento del encuentro de lo extraño, heterogénesis en la plasticidad de la acción social. Por eso no nos interesa lograr la participación , como se dice, sino puro participar impuro. c. El tercer requerimiento planteado así: Si la ‘acción social’ piensa un programa y un proyecto para una nueva ciudadanía, ésta debe ser identificada no sólo en instancias extra-cotidianas, como son las instancias abiertas por TUP. La ciudadanía debe extenderse hacia otros ámbitos y manifestarse de diferentes maneras en distintos aspectos de la vida de los pobladores: aspectos organizativos, comunitarios, relacionales, históricos, identitarios, etc. Estamos pensando diagramas, para seguir sin programas. Diagramas para ocupar la ciudad, escrituras nómades para pasar alisando plásticamente la acción social, tensionando los sentidos de hacer ciudad. Más vecindad que ciudadanía, más afinidades que identidades, más chispas que conducción, más encuentro que manifiesto, más rareza en cruce que único camino.
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