Estética de la intemperie: lecturas y acción en el espacio público

197 5. Respecto de la primera, una nota arqueológica. Hemos andado interesados en la calle y su gente desde hace mucho tiempo, antes que nos convocara Patricio Castro a un Fondart, y antes que nos tomásemos en serio lo de TUP. Y por supuesto antes de que supiésemos de arte público y de arte relacional . En ese interés por la calle y su gente, siempre atendíamos a preguntas referidas al siguiente asunto: hay algo que hace cualquiera, todo el mundo, por puro andar en la ciudad que es como lo que la práctica artístico-visual destaca, expone. Más aún: hay algo que hace la ciudad, no únicamente se trata de alguien , sino de la ciudad como experiencia de maquinismos (Patricio Castro me proponía, hace más de 10 años, que estudiásemos el polvo que se arrincona en las calles, su composición particulada, química). Sabíamos algo de la discusión sobre el apellido aquel -contemporáneo- con el que se mencionaba el arte, y que lo de contemporáneo desbordaba, excedía la alusión temporal ( el arte de ahora ). Pero la cuestión es que hay un estar en la ciudad que concierne a la acción social, que problematiza sus sentidos, y compromete su construcción-expresión visual, su poiésis. 6. Puestos en esta cuestión, que podría glosar bajo la fórmula siempre nos ha interesado la frontera , y en varios sentidos, es que más que un lado (el de la acción social que Ignacio llama trama social de la realidad ) o el otro (que sugiere la condición de acción social presente en la institución/campo artística), nos interesa lo de entremedio . No nos hemos propuesto, y entiendo que eso es distinto que hacerse cargo de lo que efectuamos (es decir, de los efectos que pudieran tener nuestras operaciones), pero no nos hemos propuesto realizarlas participativamente , para transformar la vida pública, por decirlo rápido. Quizás valga la pena decirlo por defecto: el sentido maestro de nuestro actuar no es transformar la realidad social (en el sentido modernista que se lo proponen agencias como los partidos, sindicatos, políticas públicas, ciencias sociales, manifiestos artísticos, etc.), en ningún campo o esfera (ni en las poblaciones, ni en la ciudad, tampoco en el arte o la academia). El sentido matricial que le veo a nuestro trabajo puedo decirlo así: realizar ejercicios de re-apropiación de la ciudad. Pablo Cottet

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