Estética de la intemperie: lecturas y acción en el espacio público
Estéticas de la Intemperie 18 Sin embargo, no es posible olvidar que la posibilidad de desaparecer estuvo presente en más de una ocasión, a pesar del tremendo poderío militar que la ciudad tuvo. Es por ello que la religión romana estuvo orientada a la seguridad, la previsión y la estabilidad. En este sentido, los romanos no fueron abiertos a aceptar nuevas divinidades, una vez establecido el panteón clásico. Esto se debe al continuo temor al desorden del mundo, a su descomposición. El mismo Cicerón en La Adivinación se queja del olvido en que ha caído, en su época, la buena práctica de consultar a los oráculos, lo que ha llevado a una serie de errores desastrosos 4 . El gran peligro para el presente es el tiempo mismo, que si bien duerme en una caverna, amenaza constantemente con disolverlo todo ( universus interitus ). La potencia original que ha llevado a que el mundo ( kosmos en Grecia) exista y que sea posible la vida, coexiste en forma constante con la destrucción. Hannah Arendt 5 ha señalado esta conciencia del fin que implicaba la historicidad romana. Una búsqueda de extender lo más posible la subsistencia, haciéndola gloriosa en este proceso, llevó a los romanos a imaginar que la ciudad en sentido espacial era la verdadera protectora de la existencia humana. Aún en épocas tan tardías y distintas respecto a estas creencias y formas de vida, como es la Edad Media, una obra como el Perceval 6 de Chrétien de Troyes, sigue enfatizando este valor del orden contenido en la figura del rey y en su contraparte, la terre gaste . Es por ello que el verdadero lugar donde los romanos decidieron establecer su orden se encuentra en el vínculo profundo que existe entre urbs y civitas , entre arquitectura y legislación. Si volvemos a Sennett, nos encontramos con la idea de que esta simbiosis se manifiesta en el espacio físico, tanto como en el virtual de la ley. El ejemplo de la Roma de Adriano y su búsqueda de una estabilidad en medio de la soledad de la Divinidad es una de las mejores manifestaciones de lo que esto implica. Si los romanos adiestraban la mirada como fundamento de las relaciones de civilidad es porque de ese modo lograban reiterar el orden cósmico que regía. 4 Cicerón, M.T. La Adivinación. El Hado. Ed. Folio. España, 1999. 5 Véase Historia e Inmortalidad en De la Historia a la Acción, Ed. Paidós. España, 1999. 6 De Troyes, Ch. El Cuento del Grial. Ed. Orbis. Argentina, 1982.
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