Reanimación cardiopulmonar del adulto

Esto contrasta con la toma tradicional de decisiones centrada en la medicina, en la que el paciente es un destinatario de una decisión médica. El principio de autonomía se basa en el respeto de la sociedad por la capacidad de un individuo competente para tomar decisiones informadas sobre su condición y pronóstico, así como sobre la naturaleza, los riesgos, los beneficios y las alternativas de cualquier intervención propuesta. En el caso de pacientes adultos, generalmente se asume su capacidad de comprender adecuadamente sus problemas relevantes y sus opciones de tratamiento. La mejoría en los niveles de educación ha contribuido significativamente a esto. A falta de esta facultad puede ser delegada a otra persona, por incapacidad evidente, o bien, por una declaración de incompetencia por un tribunal de justicia. Una persona con enfermedad mental no necesariamente se considera mentalmente incompetente y puede tener el mismo derecho a rechazar tratamiento y optar por cuidados paliativos, por lo que debe evaluarse caso a caso, con la participación activa de sus tratantes. Las decisiones del paciente se implementan a través del consentimiento informado libre, y reconoce que la persona puede cambiar su decisión en cualquier momento. La toma compartida de decisiones requiere que se formalice que el paciente: SECCIÓN 06 157 REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR DEL ADULTO (RCP)

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