Reanimación cardiopulmonar del adulto

Las vías venosas pueden ser centrales o periféricas. Simplificando, las centrales se ubican en venas tales como yugulares, subclavias o femorales, mientras que las periféricas se colocan en las extremidades. En la actualidad, los dispositivos más frecuentemente utilizados para accesos venosos periféricos son los catéteres cortos sobre aguja (bránulas), hechos de sintético flexible (silicona, poliuretano, o teflón), de 4 a 8 centímetros de largo, y de diámetros variables según el uso que se les destine (0,7 a 2 milímetros). Se colocan sobre una aguja de acero, con la que se realiza la punción de la vena inicialmente. Al introducir el catéter en la vena, se retira la aguja. Los catéteres sobre aguja se identifican según su diámetro, con una medida en unidades Gauge (G). A mayor número, menor diámetro. Para aporte de volumen, idealmente, se debe disponer diámetros grandes, ojalá números 20-18 G (aproximadamente 0,6 a 0,8 milímetros de diámetro interno). Las agujas de acero no son útiles como vías venosas, se las utiliza en caso de que la vena se canalice para inyección única (por ejemplo, administración de un medicamento en bolo o extracción de sangre) y administración de soluciones por una sola vez. Si se requieren mantener por cortos periodos de tiempo, se utilizan dotadas de aletas características, para su manipulación y fijación (mariposas). En contexto de PCR es preferible la vía venosa periférica (VVP), más fácil de colocar y con menor interferencia con la realización de las compresiones SECCIÓN 03 115 REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR DEL ADULTO (RCP)

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