Reanimación cardiopulmonar del adulto
y evitar que la energía se disipe por tejidos blandos. Esto se puede hacer con un gel conductor o un apósito humedecido con suero salino. El paso de energía eléctrica a tejidos blandos (piel, subcutáneo, músculos) puede originar quemaduras en el paciente. Es importante que nadie esté en contacto físico con el paciente que recibe una desfibrilación, puesto que pudiera ser afectado por el paso de la energía eléctrica (eventual arritmia ventricular o quemaduras), además de disminuir la energía efectiva que se aplica al paciente. El uso del desfibrilador manual implica monitorizar el ritmo con las palas de éste (modo palas), reconocer en la imagen electrocardiográfica un ritmo desfibrilable, cargar dosis adecuada de energía, usar gel conductor y dar aviso al resto del equipo de realización de descarga, preocupándose de que nadie esté en contacto con el paciente. La recomendación general es preferir los desfibriladores bifásicos sobre los monofásicos, usar descarga única, aplicando las dosis recomendadas por proveedores de los aparatos. Si se desconocen, usar la dosis máxima. La dosis máxima de energía para desfibrilar en desfibrilador monofásico es de 360 Joules, y en bifásico entre 120 y -200 Joules, según tipo de aparato. 100 REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR DEL ADULTO (RCP)
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