Calle... y acontecimiento

En onc i 1 noche es el lugar donde hemos operado s ncíalm , tambí n 1 metáfora reflexiva en tomo a nuestra expericnci n l ciudad y la disputa entre la praxis diurna y nocturna e nario qu deja ambién colarse entremedio e l crepúscu lo de lo ína ibl d d ambas concepciones, metáfora quizá tambi · n d la limítrof condición de la obra de arte en su acont cimiento. Si hablamos de la noche, también lo hacemos de su revés como 1 habitat propicio donde se desenvuelv lo recinto cul ural , la historiografia, la naturaleza diurna d 1 in titución d 1arte y las gesticulaciones de gran parte de sus discursos . La noche es aqui, en suma metáfora de trabajo , oport y distancia material, la reflexión, en cualquiera de sus form tambi ·n debiera pensarse en y desde su espesor material, como otro intento y gesto depositado en la ciudad (la inscripción). ab mos sin embargo que la noche, al igual que cierta mbriagu z, rara vez logra preservar algo más que retazos de una experiencia que quizás si sólo continúa consigo misma, inadmini trable a la luz de todo lo que está en su centro, so que a menudo denuncia la pesantez del cuerpo, que el pelo p ne ti so, y desbarata la ilusión de un rostro al exponerlo a la vulgaridad d una mirada diurna, la que invariablemente nos transforma n borrachos que vienen de regreso. Aqu Ha mirada, a menudo, y por una cuestión de superviv ncia, d echa a aquello que pudiera arrastrar el residuo d una noch (los camiones que lavan las calles al aman e r d latan la impotencia de una silueta que aún parece esp rar dubitativa en la acera), aunque en esta pugna lo desechado corroe subrepticiamente, a veces bajo la forma de la educción a su contrario. (Previo al alba, en ese pa.i aje infantil no es dificil imaginar el alcohol evaporado fundiéndose n la emanación de tiernos sueños suspendidos sobre su propia descomposición) . En la scindida naturaleza de una ciudad, la mirada diurna se mu ve n la cotidiana degradación de Jo predeterminado, día a día n el stático movimiento del hastío recubierto con la imagen de una espera, necesaria para encubrir que ya nada 30