Calle... y acontecimiento

,¡ mpre peluqueria y lo otro tal ~ e tu i s igual p r ahi cerca, quizás n el olro vértice d la esquina. Lo intentó, sólo qu ah:i no funcion ba ningún n gocio panadcria no hubo habido nunc , n todo caso encontraría una si caminaba tres cuadras, luego doblaba al sur, cinco cuadras más, semáforo a la derecha y listo. Tres a la derecha, cinco a la izquierda, semáforo a la derecha y listo, olvió a canturrear las señas que tan afanosamente le diera la flaca de los visos y se alejó satisfecho. Ahora su excusa daba para varias cuadras ma . No digas nada, no pienses nada más que en el estúpido pacto de repetirlo mecánicamente hasta la saciedad. En la esquina pudiera estar el asunto. Podría ser el guiño d una ventana y la ampolleta que cuelga del techo; 1 silu que coincidentemente siempre se aleja en dia onaJ, o tan sólo lo visible de ese silencio que sólo -sp raba a qu completaras el movimiento. Podria tan ólo hab r otro d esos carteles girando en o ro s nt.ido de la rcticuJa del tablero; estirando la promesa un poco ma , otra dos cuadras, nuevamente a la derecha adelante Jo bi ~rto de e calle, en lo inverificable de alguna complicidad. La ucesión d lo mi mo. Hay repeticiones que tienen la facultad de dese ntTarno . En la díción de lo mismo podría perders el orig n dev nir en 'otro' al menos. No parece exag - rado aftnn la casi imposíbilidad de extraviarse en la orto onalidad d I plano de esta ciudad. Y sin embargo; esa rachada d e nas de veces vista pudiera comenzar a aparecer como empañada al ofrecerse como por primera vez a la mirada. Una, dos veces podría tratarse de una coincidencia, xplicada n lo arbitrario de una noche l1ena de basura. Aunqu un delgado recuerdo comienza a unirlas. La superpon , la ordena en la memoria, al tiempo que cierto encogimi nto de hombros porta una sospecha que recién comienza a dilatarse en alguna parte . Luego ya no es tan descab Uado pen ar en algo, un •otro.,, como agazapado, a contrap 1 de los muros eblandecidos con las sombra turbias del alumbrado. Algo, alguien podría haberlo preparado d la quina de cualquier lugar. 199