Calle... y acontecimiento
Y así e como alguien, nuevamente y como cada noche, en una -secu nci de orden que sólo él conoce; se detiene en la duodécima esquina con la 1 jana sensación de que algo ha cambiado ... no tarda en darse cu nta de aqu lla ex raña reiteración : n cada esquina hay una placa con un nombr , con palabras que se hac n implacablemente las mismas (el nombr de una calle en la noch podría dejar de significar aquello qu · ~s n la legibilidad del diagrama diurno. ólo parecen quedar letr ros redondo , cuadrados y azules de látex despcll jada. Letreros que flamean como trapo sobr ti ndas imposibles) Cuando el sol se torna negro la calle es una gráfica disléxica de sonidos como una lengua embotada, a la espera del atributo que pueda donarle una mirada--· quizás si ahora es sólo un sonido que re rbera como el golpeteo mecánico de un clavo contra la pared. Y tambi · n e tán los perros, esos que síempre ladran del otro lado, como incronizados con ese sonido de hojas n el uelo simultáneamente pisadas por decenas de pies que tan sólo están ahí para producir ese pequeño sonido n la ciudad. Dos cuadras al frente 1 una a la derecha aqui y ahora. X había caminado varias cuadras con filas d casas idénticamente ajadas, rematando en una plaza de adoquines abandonada, dio el rodeo y se encontró con que la panadería ya no estab en su sitio, ahi sólo cortaban el pelo por 1 mitad del precio que uno su 1 noontrar en el centro. Pensó que bien podría haberse equi ocado y la peluquería haya sido 1 7
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