Archivo: diálogos iniciales
81 filmes, novelas, esto nos demuestra cómo mucha gente considera estos elementos como parte del decoro actual, con una diferenciación potencial, son condensaciones (conceptuales como territoriales), que nos permiten leer las nuevas concentraciones que se entre mezclan con un cobijo, con el trabajo y con el ocio. Las determinaciones que debemos entender para este despliegue, es el dinamismo urbano (con esto no me refiero solamente a los cambios programáticos del sector inmobiliario sino a la movilidad ciudadana, al flujo social desde la habitabilidad hasta la recreación) que genera emplazamientos dentro de otros emplazamientos, donde cada uno viene con sus características diferentes, además entender que existe una potencialidad de ambos lados, en la lectura de este campo urbano, por un lado una estrategia cultural informada y por otro unos conceptos de planificación urbana que se pueden utilizar para combinarse y estimular un desarrollo insospechado de estos espacios, es la potencialidad de la lectura de este campo urbano. Además puede ser capaz de traer lo espacial, lo social y las interacciones e interferencias culturales a un interés por el re- despertar de la importancia cultural de la ciudad, es la transposición del ejercicio de renovación urbana a una nueva naturaleza, es un interés en nosotros mismos, es un interés sobre la identidad cultural de los nuevos lugares y emplazamientos. Ahora con respecto a las potencias culturales frente a la diversidad de lugares dentro del campo urbano, donde se requiere buscar una importancia cultural, aparece el dominio de la geografía cultural, 3 un tipo de geografía (y me refiero a geografía debido al campo temático de la regiones y de las escalas y sus saltos de unidades de análisis) que es concerniente con José Llano-Loyola 3. Idem. Pág. 37. El concepto de geografía cultural ha estado en boga como si fuese una novedad en la geografía anglosajona y francesa, sin embargo en la geografía hispana y alemana es un concepto consustancial a la Geografía humana. El término aparece en los EE.UU . a comienzos del siglo XX, aunque con un sentido diferente. Se trataba de la contraposición en los mapas de la representación de la naturaleza y de los elementos creados por el hombre: poblaciones, vías de comunicación, cultivos, etc. Tras la Primera Guerra Mundial en Alemania aparecerían ideas muy similares, con una concepción más acusada de la transformación humana del medio. La geografía cultural deja de lado los condicionamientos biológicos para considerar únicamente los que proceden de la actividad humana. Una actividad que, por otro lado, se desarrolla en el tiempo histórico.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=