Archivo: diálogos iniciales
31 Germán González convirtieron en prescindibles (esto es, como un ahorro de memoria social), implica una batalla perdida (nuevamente un “acto fallido”) por alcanzar un original, uno verdadero, en el rostro de la marginalidad. Es lo que recuerda el sistema discursivo impuesto por el régimen autoritario, de lo que vale hablar o dejar de decir. Supone también, por contraste, la objeción al esfuerzo opuesto que la institucionalidad cultural y artística consuma en los ritos de reconocimiento de su pasado y tradición histórica, coincidente con los cuadros honoríficos de los grandes maestros –los imprescindibles–, que legitiman a través de sus retratos, comprobación de su existencia, el mito de origen de las disciplinas que alguna vez ejercieron.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=