Archivo: diálogos iniciales
18 Archivo. Diálogos iniciales que pone en juego a través de sus desplazamientos reproductivos. La ley detrás de su archivo o su archivo como ley estaría en la acción ejercida por la misma reproducibilidad contemplada en su trabajo. Asimismo, el aparente rescate de aquellas imágenes olvidadas y el de sus protagonistas, que a la luz de su calificación – despojos y actos fallidos – en modo alguno aparece como exitoso, se presenta como el “otro” del programa para una nueva historia, desde el triunfo, el progreso y su continuidad, representados por la Dictadura de aquellos años. Frente a esta composición en que se ha empeñado el poder militar – en la que también se advierte la violencia disruptiva del archivo-, el trabajo de Dittborn, que aquí leemos desde la concepción archivística de Foucault, parece responder a través del fragmento y la discontinuidad, que en su decir son “transgresiones”, “irrupciones” y “roturas” (y en el de Foucault son eventos y emergencias de lo singular , que no se asimilan a una comprensión general y unitaria de lo que debe ser recordado). En consecuencia, parece que dos son las fuerzas que, desde su desigualdad, intentan fundar sus propias lecturas del pasado desde principios archivísticos. La que impone la Dictadura, a sangre y fuego: sangre de los vencidos y desaparecidos, fuego de los textos y de sus proscritas inscripciones. 10 Y la que desliza el trabajo de Dittborn junto a las interpretaciones teóricas y críticas de Kay y Lihn: desde la carencia, la precariedad y el desfallecimiento de lo descartado, y vuelto a reproducir a partir del vestigio de sus desplazamientos. 10. Sobre este tema habría que recordar el trabajo archivístico de los organismos de seguridad dependientes de los gobiernos militares en las décadas setenta y ochenta del siglo pasado en Suramérica. Un episodio destacado en el libro de John Dinges, “Operación Cóndor”, fue el hallazgo, en 1992, de lo que posteriormente se dio en llamar el “Archivo del Mal”. Este archivo, depositado en un edificio policial en las afueras de la ciudad de Asunción, reunía el mayor fondo documental jamás encontrado sobre las prácticas represivas y operaciones encubiertas de las policías y agentes del Estado, no sólo de Paraguay, sino que de los distintos países que participaron en la red internacional Cóndor. Según Dinges: “Había cientos de carpetas anilladas, volúmenes encuadernados y ordenados cronológicamente con informes de interrogatorios, cajas con cintas de vigilancia y fotografías, cuadernos de bitácora que registraban la llegada y partida de miles de prisioneros, pilas de correspondencia con las fuerzas de seguridad de Chile, Bolivia, Argentina, Uruguay, Brasil y Estados Unidos, y resúmenes de los antecedentes penales de miles de prisioneros paraguayos y extranjeros –en orden alfabético y con fotografías y huellas digitales-, muchos de los cuales figuraban en la lista de desaparecidos.” En: Dinges, John. (2004). “Operación Cóndor. Una década de terrorismo internacional en el Cono Sur”. Santiago de Chile. Ediciones B.
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